Las muertes de Simoncelli y Wheldon cierran otro año negro para el motor
Después una temporada, en 2010, marcada por la muerte del joven japonés de 19 años Shoya Tomizawa, el motociclismo ha vuelto a vivir otro año negro en 2011, con el fallecimiento del italiano Marco Simoncelli, de 24, atropellado en octubre en el Gran Premio de Malasia.
La muerte del joven 'SuperSic', ídolo en Italia, cierra de manera trágica un año en que el australiano Casey Stoner (Honda) se coronó por segunda vez en su carrera campeón del mundo en MotoGP, en en Gran Premio de Australia.
Pero una semana después, el 23 de octubre, su victoria se tiñó de negro cuando Simoncelli falleció en el circuito malasio de Sepang (Vídeo). El italiano perdió el control en una curva y su compatriota Valentino Rossi y el estadounidense Colin Edwards, que venían detrás, no pudieron evitar chocar con él.
El piloto, que había perdido su casco en el accidente, sufrió un grave traumatismo en la cabeza, en el cuello y en el pecho. Aunque los médicos intentaron reanimarle durante 45 minutos tras trasladarlo al hospital (Vídeo), Simoncelli falleció como consecuencia de sus heridas.
Esta muerte, que llegó apenas una semana después del fallecimiento del piloto británico de IndyCar, Dan Wheldon (Vídeo), en una carrera en Las Vegas, vino a recordar de manera abrupta el riesgo en los deportes de motor, donde nunca puede descartarse una tragedia.