Canal Nou, peor imposible
Si algún día alguien se atreve a contar la historia de Nou, Canal 9 hasta ahora, podrá decir sin temor a equivocarse que es la historia de un despropósito desde el principio hasta el final. La televisión de la comunidad valenciana comienza hace 24 años de la mano de un gobierno socialista. La dotan de unas infraestructuras e instalaciones con las últimas tecnologías en televisión y radio, en un gran complejo en las proximidades de Valencia. A los cinco años de haber comenzado la andadura de Canal Nou, el PP gana las elecciones en la Comunidad y toma las riendas de la televisión. La plantilla de trabajadores comienza a enriquecerse y el paso de los distintos gobiernos la convierte en algo insostenible, alcanzándose los 1800 trabajadores. En ese momento se comprueba además que la deuda del canal público valenciano alcanza los 1300 millones de euros. Se presenta un ERE, el cual es anulado por defecto de forma, que en resumen se trata de haber puesto en la calle a más técnicos de los que era posible para mantener el canal, lo que hace que casi 180 trabajadores sean readmitidos. Con la nulidad del ERE, el presidente de la Comunidad decide cerrar la televisión, lo que ya había anunciado anteriormente sin que nadie le creyera. El próximo día 27 el parlamento valenciano aprobará este cierre. Mientras tanto la televisión sigue emitiendo y sus profesionales denuncian lo que debían haber descubierto en su momento y no ahora con la rabieta. La televisión y la radio se cerrarán sin haber buscado alguna fórmula, como una venta, una reconversión o, al menos, lograr que la comunidad mantenga un nivel de información similar al que ofrecía la cadena, que se podría hacer ya a través de la cadena nacional. Y por no entrar en la lengua valenciana, que también tiene su importancia.
En fin,… peor imposible.