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La mujer de Pedro J. Ramírez: "Deseo suerte a Ágatha Ruiz de la Prada"


    Informalia

    Cruz Sánchez de Lara, esposa de Pedro J. Ramírez, nunca había entrado a los envites de Ágatha Ruiz de la Prada, ni siquiera había hablado jamás de ella, pero este martes lo hizo de forma muy elegante. Fue en los premios Elle Gourmet, en la embajada de Italia, adonde acudió acompañada por su marido.

    Un traje plateado con falda cruzada sujeto en la cintura con amplio cinturón, unos zapatos de tacón altísimo y la melena suelta. Así fue vestida la abogada Cruz Sánchez de Lara  al acto convocado por Hearst Magazines en la legación italiana en Madrid. Llegó de la mano del director de El Español, visiblemente rejuvenecido desde que comparte su vida con la letrada. Muchos invitados de la fiesta venían directamente del desfile de Ágatha Ruiz de la Prada en la Pasarela Cibeles (que ahora se llama Mercedes Benz), donde había presentado su colección-homenaje a la revista Hola. La pregunta era inevitable. Y esto es lo que contestó el periodista cuando fue preguntado por el enorme éxito cosechado por su ex en la Fashion Week: "Yo la verdad es que estoy muy dedicado estos días a seguir la crisis de la formación del gobierno de la Comunidad de Madrid y estoy preocupado porque un gobierno como el que han pactado Isabel Díaz Ayuso y Ciudadanos pueda ser boicoteado por el empecinamiento de Vox".

    Ágatha Ruiz de la Prada sigue refiriéndose al padre de sus hijos como "el innombrable" y Pedro J. sabe que cualquier cosa que dice puede ser utilizada en su contra. Y prefirió eludir el asunto. Pero en cambio, de repente, Cruz, saltó al ruedo como una gueparda para echar un capote a su marido y recoger el guante. "Estaban Cósima y Tristán, y eso es lo más importante", afirmó, y esto es lo que dijo: "Mis mejores deseos para esa firma de la que es consejero Tristán y Cósima su representante internacional y les deseamos lo mejor a todos". O sea, deseó suerte a la firma de Ágatha Ruiz de la Prada.

    Una respuesta la de Cruz que puede (ya veremos) ser la paz o el comienzo de una nueva catarata de declaraciones de la diseñadora de los corazones. Porque, no lo olvidemos, la XIII marquesa de Castelldosríus, que cumple 59 años el próximo día 22, ha adoptado desde su divorcio el rol de mujer despechada que se pasea por los medios para desparramar estiercol sobre el hombre que la abandonó por otra después de tres décadas juntos y dos hijos en común.

    No olvidemos que, por ejemplo, cuando Ágatha tuvo que presentarse en el notario para zanjar el reparto de bienes tras la ruptura, se vistió con un burka y facilitó las fotos a la revista Hola. Pero ha protagonizado otros muchos shows, y ha lanzado numerosos dardos contra la abogada que le robó el corazón a su hombre, especializada en divorcios, hasta el punto de hacerse un Deluxe en el que criticó tanto a Pedro Jota como a la letrada.

    Ahora parece que las aguas bajan algo más calmadas. Hasta Cósima, que tomó en principio partido por su madre hasta el punto de verter críticas contra Cruz, ha vivido un acercamiento con la actual esposa del ex director de El Mundo.

    Atrás quedaron los tiempos en los que manifestaba que no tenía "ningún comentario agradable que hacer" sobre el amplio y romántico reportaje que concedieron su padre y su actual esposa a Harper's Bazaar 

    No solo acudió al aniversario del periódico El Español, que tuvo lugar en el Hotel Palace, donde besó en público a Cruz, y posó con ella, su hermano y su padre para la prensa, también acudió al cumpleaños de papá Pedro, donde coincidió con María Ramírez, su hermana por parte de padre, fruto del primer matrimonio de Pedro J. con Rocío Fernández. 

    Según ha podido saber Informalia, el director celebró también  el día del Padre junto a sus tres hijos en su domicilio de Londres, uno de sus lugares favoritos de vacaciones. Tanto él como Cruz se consideran, a la hora de elegir destino, "muy de ciudad". El director de El Español manifestó que la capital británica, donde posee una casa "es una de las ciudades más interesantes, con una enorme oferta cultural".

    Hace años veraneaba en Mallorca, pero su casa en la isla fue uno de los inmuebles que fueron para Ágatha en el reparto, tras el divorcio. 

    Al tratarse de un acto de gourmets, Pedro y Cruz también hablaron de gastronomía, "una de las mejores manifestaciones de la cultura contemporánea," según el Pedro J., que reconoció que la cocina no es lo suyo: "Ni siquiera sé freír un huevo...yo creo que haría tal estropicio que no me dejarían volver a hacerlo". No hay posible flanco para criticarlo de machista como le ha ocurrido a  Bertín Osborne: "Ninguno de los dos entramos en la cocina. ¿Si alguna vez he lavado platos? Pues ni me acuerdo, habrá sido en los tiempos de la prehistoria", reconoció.

    Cruz, siempre al quite, ironizó: "Puede lavarlos algún día, para quedar bien cuando volváis a hacerle la pregunta". Tienen a alguien que lo haga en casa.

    Tanto Cruz como Pedro Jota sufren un ritmo de trabajo muy intenso. La tercera esposa de Pedro J.  es una abogada que no para de trabajar: "Ahora es precisamente la época del año en que se producen más rupturas". También está muy volcada en causas humanitarias.

    Recientemente organizó una cena de gala y subasta benéfica a favor de la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituta  a la que acudieron numerosas personalidades de los más diversos ámbitos, y también estuvieron Cósima y Tristán.

    Cósima, por cierto, se mostró muy cariñosa con "su madrastra" en público. No se trata de un rol que la abogada pretenda adoptar. Se conforma con mantener una relación cordial con los hijos de su marido. De hecho, la foto que colgó en su cuenta de Instagram fue la que se hizo junto a su hijo Álvaro, el gran amor de su vida junto con Pedro J. Ramírez.