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Pilar Goya, viuda de Rubalcaba, consolada por los Reyes en la despedida a su marido


    Silvia Armesto

    Pilar Goya llevaba casi 50 años, de los 67 que tiene, compartiendo su vida con Alfredo Pérez Rubalcaba, 40 de ellos casada con el ex vicepresidente socialista fallecido este viernes a causa de un ictus.

    Eminente científica tan enamorada de su profesión como Rubalcaba de la política, esta reconocida química fue capaz el mismo día de la muerte del amor de su vida de hallar la fórmula para mantener el tipo con admirable entereza durante la solemne y muy emotiva despedida que este país ha dado a su marido en el Congreso de los diputados, en reconocimiento a su altura política, su honestidad y su extraordinaria labor como hombre de Estado, de un estado cuyas máximas autoridades, sin excepción, se pusieron firmes ante la Puerta de los Leones de la Cámara Baja primero y más tarde en el Salón de los Pasos Perdidos para rendir homenaje a los restos de Don Alfredo Pérez Rubalcaba, depositados en un sencillo ataúd cubierto con la bandera de la España por la que el político cántabro se desvivió durante décadas.

    La viuda, de riguroso luto, con un sobrio traje de chaqueta, esperó estoica la llegada del cuerpo de su marido junto a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, el presidente del Gobierno en funciones, el del Senado, el del Tribunal Supremo, destacados políticos de todas las formaciones, menos Vox, familiares y amigos, de pie en la Carrera de San Jerónimo.

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    El ataúd, cargado a hombros por ocho agentes destinados en el Congreso, vestidos de uniforme, fue trasladado del coche fúnebre al interior del parlamento a través de la puerta principal, la que solo se abre en muy especiales ocasiones. Tras los restos mortales del ex ministro, Pedro Sánchez, Pilar Goya y la presidenta del Congreso, muy atenta siempre con la viuda, encabezaron la comitiva.

    Una vez en el interior del Salón, los asistentes se situaron en sillas colocadas a ambos lados del ataúd. En una de las primeras filas, la viuda junto a otros familiares, enfrente, Pedro Sánchez y el resto de autoridades.

    Después llegaron los Reyes, recibidos a pie de coche oficial por el presidente del Gobierno. Tras saludarle, como al resto de las autoridades, Felipe VI y Letizia llegaron a la puerta del Salón donde se hallaban los restos de Pérez Rubalcaba. Muy cariñoso con la viuda, a la que besó y dio el pésame, el Rey conversó con ella, y le presentó a la Reina, que también expresó su apoyo a la viuda de Rubalcaba. Muy entera, Pilar Goya estuvo explicando a Sus Majestades lo ocurrido y agradeciendo las muestras de cariño y el comunicado de la Casa Real nada más conocer la muerte de su marido.

    Junto a don Felipe y Letizia, Pilar volvió frente al ataúd que contenía los restos de su marido mientras los Reyes saludaban y mostraban su apoyo a compañeros del socialista fallecido y demás presentes en el acto solemne.

    Felipe VI tuvo decidió volver de forma precipitada de Barcelona, donde había viajado este viernes para visitar el Salón del Automóvil, que celebra este año su centenario.

    Apenas unos minutos después de conocerse el fallecimiento del político, la Familia Real española había hecho público un comunicado valorando la "permanente y profunda visión institucional" y el "alto sentido del Estado" que caracterizó a Alfredo Pérez Rubalcaba. A la Casa Real española se sumaron después innumerables muestras de apoyo de otras personalidades como Pedro Sánchez, José María Aznar, Pablo Casado, Mariano Rajoy, Albert Rivera, Susana Díaz, Manuela Carmena o Josep Borrell.