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Belén Esteban la pifia: gana la puja por la casa de Toño Sanchís, una verdadera ruina


    Sara Tejada

    Si era un farol, le ha salido mal, y si le hacía verdadera ilusión quedarse con la casa del que fuera su representante, se ha salido con la suya, pero puede que sea una amarga victoria, ya que al final la casa de Toño Sanchís le va a salir a Belén Esteban por un precio muy superior al de mercado.

    La persona que realizó la puja más alta por la casa, cuyo nombre protege el Juzgado de primera instancia nº 2 de Torrejón de Ardoz, ha renunciado a quedarse con el inmueble del ex representante, y resulta que la siguiente en el orden de las pujas es Belén Esteban, por lo que es probable que se convierta en la dueña del chalé.

    Como demandante, Belén no tiene que consignar cantidad alguna en el Juzgado porque le corresponden la totalidad de los 375.000 euros que ofreció. Pero sí tendrá que hacer frente a los 260.000 euros de la hipoteca pendiente, a lo que hay que sumar los gastos de registro y los impuestos. Vista como negocio, la Operación Casa de Toño es sin duda un desastre, un error: el precio es muy superior a lo que la casa vale actualmente, de acuerdo con el mercado.

    Si se confirma que la madre de la hija mayor de Jesulín de Ubrique ya es la propietaria de la casa de Toño Sanchís, al menos podrá presumir de haberse salido con la suya.

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    Todo comenzó cuando la Esteban demandó a su ex representante. Alguien le dijo que su amigo y mánager le había cobrado un 30% de comisión por los contratos y distintas colaboraciones de los últimos años, cuando el porcentaje acordado era sólo del 20%. Al menos ésa es la versión de Belén y la que se creyeron los jueces.

    Al final, la deuda de Sanchís con su clienta fue determinada por sentencia judicial en 388.000 euros, sin contar las costas ni los intereses. Para empezar, el Juzgado embargó en su momento 50.000 euros, todo lo que había en la cuenta corriente de la sociedad Lorant S.L., de Sanchís y su esposa, Lorena Romero. Ésa es, o era, la sociedad propietaria del chalé situado en Villanueva del Pardillo donde aún este fin de semana residen el matrimonio y sus cuatro hijos. Los trescientos y pico mil euros restantes de la deuda solo podían ser cubiertos embargando la casa familiar y subastándola.

    Dio para varios programas de televisión el mantra que desde entonces repetía Belén Esteban: posar algún día para la prensa como nueva propietaria de ese chalé, pero es la suya una victoria envenenada. La subasta pública del chalé ordenada por el Juzgado fue retransmitida en directo por Sálvame, programa donde trabaja Belén Esteban. Este triste proceso, un drama vital para muchas familias que ven sus casas embargadas y subastadas a veces por cantidades ridículas, fue convertido literalmente en un espectáculo televisivo en toda regla. Fue en la tarde-noche del 18 de febrero cuando se inició subasta. Perfectamente informadas hasta el detalle, las cámaras de Telecinco situar sus objetivos frente a la casa del marras. No estaba vacía. Toño Sanchís, su mujer y sus cuatro hijos permanecían en el interior. De hecho, la mujer de Toño Sanchís demandó a Telecinco por grabar a sus hijos.

    Belén Esteban no estuvo aquella tarde en el plató: estaba ocupándose junto con sus abogados de seguir la puja. No eran las once de la noche cuando se cerró la subasta con las dos últimas pujas: el mejor postor ofreció 376.000 euros, mil más que la Esteban. Esa persona tiene que depositar la cantidad antes del 15 de abril, si no lo hace, como parece que va a ocurrir, será Belén Esteban quien tenga la opción, por 375.000 euros.

    Dicen que el propio Toño Sanchís participó en la subasta, no con la intención de recuperar su casa, sino para obligar con sus pujas a que subiera el precio del chalé hasta llegar a una cantidad suficiente para satisfacer el total de su deuda.

    La ganadora de la puja, cuyo nombre permanece en secreto hasta que se haga pública la adjudicación, es una mujer domiciliada en Majadahonda (Madrid). Sin embargo, según afirma María Eugenia Yagüe en El Mundo este sábado, en un escrito, la postora  aduce que la operación ya no es de su interés porque no sabía o no había calculado que sobre la propiedad pesa una hipoteca 266.000 euros, a los que hay que añadir unos 8.000 de impuestos y también otros gastos en tasas. En total, la verdadera valoración del inmueble se situaría, sumando todas las cargas, en unos 700.000 euros. Como referencia, decir que los chalés contiguos a esta urbanización se están vendiendo por poco más de 480.000 euros y tardan más de un año en encontrar comprador, según fuentes inmobiliarias.