Victoria Federica: la vida modélica de la hija de la infanta Elena y Marichalar
Sara Tejada
De la nieta favorita del rey don Juan Carlos se habla mucho pero se sabe poco de su auténtica personalidad, eclipsada tal vez por el impacto mediático de su hermano Felipe, más conocido como Froilán.
Vic, como la llaman amigos y familiares, llama la atención desde hace unos meses, por relación amistosa o algo más con el torero Gonzalo Caballero, al que sigue por las plazas y visita en el campo muchos fines de semana, cuando el joven se entrena en las fincas de sus amigos.
Victoria asegura a sus padres que el torero es únicamente un amigo pero tanto a la infanta Elena como a su ex marido Jaime de Marichalar (al que no le gusta nada el muchacho como posible yerno) no les queda más remedio que respetar los gustos y amistades de su hija, mayor de edad desde el otoño pasado y casi siempre chica modélica en estudios y comportamiento.
Una de las últimas satisfacciones que Victoria dio a la familia fue aprobar el carné de conducir al primer intento, y además parece que maneja el volante con prudencia y de maravilla, mientras Froilán ahí sigue sin conseguirlo. Cuando finalice este curso, el último antes de entrar en la Universidad, es probable que Marichalar o la infanta Elena le regalen a su hija, su primer coche y con todo merecimiento.
Se ha dicho que Victoria tuvo que repetir un curso, como le ocurrió a su hermano cuando era un poco desastre en sus tiempos de adolescente. En el caso de Victoria no es cierto. Lo que ha ocurrido es que al haber realizado dos años de bachillerato en Inglaterra, no obtuvo la convalidación y al regresar a Madrid se vio obligada a seguir las pautas del sistema de enseñanza español. La joven quería seguir en el Mayfield St. Leonard, el internado cercano a Londres donde estaba encantada, pero sus padres la echaban de menos y quisieron que regresara a España, lo que la obligó a adaptarse al bachiller español, que cursa en St. George, de Madrid.
No todos los fines de semana va a las plazas de toros o al campo con su grupo de amigas y el torero. Vic acompaña a su padre y hermano a alguna cacería y cuentan que es una excelente tiradora. En uno de esos fines de semana cinegéticos, que reúnen a banqueros, aristócratas y empresarios del Ibex 35, Victoria les dejó asombrados comentando con criterio y conocimientos los últimos movimientos de la Bolsa. Parece que sus estudios universitarios irán encaminados a finanzas y empresas.
Sin embargo su imagen es la de una joven que viste de forma juvenil, sencilla y con personalidad. Algunos sábados por la mañana, se la ha visto comprar en la tienda de Mango en la calle de Serrano, acompañada de su padre, aunque los modelos que elige Victoria están muy lejos de los gustos sofisticados y a veces llamativosd por los que se inclina Jaime de Marichalar, cuyo trabajo consiste en colaborar con las firmas de lujo más importantes del mundo, como Dior, Vuitton, Loewe o Fendi.
Esa sencillez de estilo y discreción explica que Victoria no organizara la gran fiesta de puesta de largo, tan anunciada por los medios para noviembre pasado, que finalmente no tuvo lugar ni estaba convocada.
Sin embargo, la hija menor de la infanta Elena tiene aficiones refinadas. De niña practicaba ballet como lo había hecho su madre en la infancia, pero luego cambió el baile por el deporte y se aficionó al balonmano. También empezó amontar a caballo siguiendo la pasión de la infanta Elena por este deporte, aunque no parece que Victoria vaya a competir en concursos hípicos.
Ha heredado de sus padres sus principios a favor de la defensa de la patria, la bandera y los valores tradicionales. Dicen que Victoria y Froilán participaron en la gran manifestación de la plaza de Colón contra el independentismo y por la unidad de España. No sería de extrañar.