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Rosa Barceló, la mujer que cuida a Eduardo Zaplana fuera de prisión
Informalia
El ex ministro de Trabajo Eduardo Zaplana (62), que ingresó en prisión el pasado mes de mayo en el marco del caso Erial, ha recibido la libertad condicional este jueves. Enfermo de leucemia desde el 2015, fue ingresado en el Hospital La Fe de Valencia el 18 de diciembre por un severo empeoramiento de su salud y dado de alta este mismo lunes. En casa le espera Rosa Barceló, su esposa, a la que también diagnosticaron leucemia sólo un mes antes de la detención de su marido.
Rosa ya puede respirar tranquila. Tanto ella como sus dos hijas, Rosa y María, llevan ocho meses luchando para conseguir la libertad condicional que este jueves le ha sido concedida a Zaplana, enfermo de leucemia. La jueza que instruye el caso Erial ha considerado que, dado el delicado estado de salud del ex político del PP, no existe riesgo de fuga.
Poco después de ingresar en el centro médico Zaplana, acusado de blanqueo de capitales, malversación y prevaricación, defendía su inocencia a través de un comunicado: "No sé qué prueba puedo destruir después de siete meses de privación de libertad, ni quién se puede plantear seriamente que en mis condiciones me vaya a fugar de mi país".
En dicho comunicado, fechado el 24 de diciembre, su mujer Rosa Barceló denunciaba que sólo podía pasar con su esposo 45 minutos a la semana, pese a que estaba aislado y muy grave en un ala del hospital: "Ni a mí ni a mis hijas se nos ha permitido volver a verlo. Nadie nos ha explicado por qué ni con qué fundamento, pero lo cierto es que está no solo privado de libertad sino, además, incomunicado", decía. "A lo duro de esta situación se añade el sobresalto vivido la mañana del sábado, cuando amigos y familiares me sorprendieron dándome el pésame por el fallecimiento de Eduardo. Todo ello debido a un bulo sobre su supuesta muerte. El desconsuelo ya no puede ser mayor".
Rosa Barceló también sufre leucemia y recibe tratamiento en el mismo centro donde estaba ingresado su marido. Le fue diagnosticada un mes antes de que Eduardo Zaplana fuera detenido y todo lo acontecido desde entonces no ha ayudado a que se enfrente a ella con la energía y fuerza que sus familiares desearían: "Con lo que tiene encima, está esquelética y muy envejecida, aunque saca fuerzas apoyándose en su fe religiosa", comentaron sus amigos a El Mundo.
Rosa ha vivido con angustia todos estos meses, pero volver a tener a su marido cerca y poder acompañarlo en su lucha diaria contra el cáncer será positivo para ambos. Esta no es la primera situación complicada que atraviesan juntos: en 2011 perdieron a su hijo Edu, que entonces tan sólo tenía 22 años y había nacido con el síndrome de Lowe. Se conocieron en una cafetería de Benidorm y en 1981 se dieron el "sí, quiero". Rosa ha sido la mejor compañera para Zaplana en su carrera política: "Tengo que agradecer su paciencia y la manera de adaptar la familia a la vida de un político, algo que no siempre es fácil", dijo él en una ocasión.
En estos duros momentos, el apoyo de sus dos hijas es fundamental para ellos. María, asesora en la Secretaría de Estado de Turismo, está casada desde el 2013 con Luis Iglesias Rodríguez-Viñas, un empresario educado en Eton con el que tiene una hija y socio del imputado Oleguer Pujol. Rosa, la otra hija de Barceló y Zaplana, trabaja en Gabinetes Estratégicos en Madrid.