Mar Flores y Cayetano Martínez de Irujo: la verdad sobre su reencuentro 20 años después
Sara Tejada
Casi veinte años después de acabar una relación que ocupó muchas portadas y páginas de toda la prensa, Mar Flores y Cayetano Martínez de Irujo volvieron a coincidir este miércoles en una fiesta en Madrid. La firma catalana de moda y complementos Lola Casademunt inauguraba tienda en Madrid por todo lo alto, con muchas caras conocidas y Carla Pereyra como madrina.
También estaba Mar Flores, que no pasó por el photocall, seguramente porque la estrella de la noche no era ella, sino la novia del Cholo Simeone, que acaparó la atención de la prensa hablando de la segunda hija que nacerá de su relación con el entrenador del Atlético de Madrid. Pero al día siguiente la prensa del corazón sólo hablaba del reencuentro de Mar Flores y Cayetano Martínez de Irujo, otro de los invitados a la fiesta. Pero de esa coincidencia se han escrito verdades y mentiras. Es cierto que el duque de Arjona y la modelo se vieron y se miraron. Pero fue de lejos. Y es falso que se saludaran, como se ha publicado.
Y es que Cayetano, feliz con su actual novia, la veinteañera Bárbara Mitjans, comentó poco después en su entorno, que hizo todo lo posible para evitar la foto de ese saludo ante las cámaras que cubrían la inauguración de la tienda. Esas fotos sin duda habrían sido las imágenes más cotizadas y más malinterpretadas del momento. El hijo jinete de la duquesa de Alba y la modelo de Usera solamente han coincidido tres veces en público desde su ruptura en 1999. Una, en la sala vip de un aeropuerto, y no intercambiaron palabra. Y en algún restaurante, donde si hubo saludo, aunque a distancia.
El aristócrata y Mar Flores vivieron un romance que tuvo una enorme repercusión mediática y provocó turbulencias en la Casa de Alba. Ella apenas rozaba los 30 años y él pasaba de 35. Ni la duquesa Cayetana ni su marido Jesús Aguirre simpatizaban con la novia de su hijo. Sin embargo, Cayetano siguió adelante con ella contra viento y marea y la llevó como pareja a la boda de Eugenia con Francisco Rivera en la catedral de Sevilla, donde ejerció de padrino de su hermana.
La publicación en Interviú de las fotos de Mar Flores con Alessandro Lequio provocaron una crisis de ansiedad en Mar Flores. Entonces contó con el apoyo de Cayetano, como confesaba ella misma al periodista Fernando Múgica en julio de 2001, en el suplemento Crónica del diario El Mundo. "La verdad es que, a pesar de todo, él siempre se portó muy bien conmigo. Sobre todo cuando se publicaron las fotos y yo me fui al hospital porque mi cerebro dijo basta y no pude soportarlo más", declaró ella entonces. Pero el complicado pasado sentimental de la modelo y su reencuentro definitivo Javier Merino precipitaron el final de su relación con el hijo de la duquesa de Alba.
Mar Flores y Cayetano han hablado mal el uno del otro. En su charla con Fernando Múgica, la modelo se refería así al jinete: "Me pareció un hombre muy desgraciado. No había recibido ningún afecto de niño. En algunas cosas tenía las meninges igual que un niño de seis años. Me entró una especie de instinto maternal. Sentía la necesidad de protegerlo. Me enterneció su ingenuidad. Por supuesto que yo siempre supe que él era un hombre infiel y que no podía evitarlo. A veces pienso que, si él le hubiera echado dos cojones, a lo mejor lo nuestro hubiera podido funcionar. Bueno, no es verdad. No hubiera funcionado por muchas razones. Tendría que haber solucionado primero sus propios problemas. Además, su madre le dijo al final, después de estar dos meses en mi casa, que si seguía conmigo le desheredaba", según se publicó entonces.