Luis Alfonso de Borbón reprocha a la Familia Real su inacción contra la exhumación de Franco y recuerda lo que le debe el tío don Juan Carlos a su bisabuelo
Martín Alegre
Aparte de él, no hay nadie sobre la Tierra que pueda presumir de ser a la vez bisnieto de Alfonso XIII, de Franco y yerno del "banquero de Chavez", como se conoció al venezolano Víctor Vargas, padre de Margarita, la mujer de Luis Alfonso de Borbón Martínez Bordiú. Con semejante currículo, no es de extrañar que el duque de Anjou, como a él le gusta autotitularse, pretenda ser Luis XX, "legítimo" rey de Francia. Así, como suena.
Lo más acongojante de este pintoresco personaje que pretende cambiar la república presidida por Macron por una monarquía borbónica (no es broma, aunque lo parezca) es que, a sus 44 años, Luis Alfonso de Borbón ejerce como Vicepresidente Internacional del venezolano Banco Occidental de Descuento, propiedad de su suegro, y viaja regularmente a la Caracas de Nicolás Maduro a ejercer allí de ejecutivo bancario para, a la vuelta, acudir, casi sin superar el jet lag político, al Congreso Mundial de Familias en Moldavia con otro Víctor: González Coello, vicepresidente de Vox, gracias a a cuya compañía este sobrino de don Juan Carlos fue bautizado como "azote de los homosexuales" y cercano a la ultraderecha. Esta dualidad que permite a Luis Alfonso de Borbón jugar al polo con el chavismo y aproximarse al fascismo en Moldavia, queda resumida en una frase que el único hijo vivo de Carmen Martínez Bordiú Franco enuncia así: "Tengo amigos en Vox, en el PP y en todos los partidos", confesaba a La Razón este fin de semana. "Supongo que también tengo amigos en Podemos", apostillaba este peculiar banquero de la Venezuela bolivariana, militante franquista confeso, y monárquico legitimista que, sin embargo, se declara "apolítico", no como su suegro.
Víctor Vargas es socialista. El padre de la mujer de Luis Alfonso se definió a sí mismo como "un socialista en el verdadero sentido de la palabra" nada menos que en The Wall Street Journal. Aun así, como el polo une mucho, no le importó que su hija Margarita se casara en 2004 con el bisnieto de Franco. La boda, celebrada en La Romana (República Dominicana) contó con 1.500 invitados, y fue amenizada por Juan Luis Guerra. El financiero socialista del régimen bolivariano no ocultó nunca su entusiasmo porque la sangre de algunos de sus nietos quedara teñida del noble azul borbónico. El padrino paganini del casamiento fue Vargas, abogado y financiero nacido hace 66 años en Barinas, de donde también era originario Hugo Chávez. Sobre si la boda de Luis Alfonso la pagó el dinero del chavismo no se sabe, pero sí se puede afirmar que Víctor Vargas iniciaba en aquel año una alianza con la revolución chavista.
Desde dos posiciones institucionales, las presidencias de la Asociación Bancaria de Venezuela y del Consejo Bancario Nacional, Vargas se ocupó de apoyar, tanto en público como en gestiones privadas, algunas de las más controvertidas medidas de la Revolución Bolivariana en el campo de la economía. Sus negocios experimentaron un gran crecimiento desde que el chavismo se hizo con el poder. Pero a finales de 2016, 12 años después de la superboda, aquellas lucrativas relaciones de privilegio con el poder político se tornaron muy peligrosas cuando, al llegar de viaje por el extranjero, el suegro de Luis Alfonso fue conducido por agentes de seguridad al cuartel central de la policía política en Caracas e interrogado durante más de dos horas. Los servicios de inteligencia de Nicolás Maduro le preguntaron sobre el apagón del 2 de diciembre de aquel año en la principal plataforma de pagos electrónicos venezolana, que manejaba la empresa Credicard, propiedad, de la que Vargas controlaba el 33 por ciento. Medios afines a Vargas tardaron 48 horas en difundir que el banquero no había sido arrestado sino "invitado a conversar" con las autoridades. Pronto volvió a la vida en libertad, a pilotar sus jets y helicópteros. Luego, el nombre del suegro de Luis Alfosno, así como los de algunas empresas propias y allegadas, aparecieron en la Lista Falciani junto a miles de nombres de potenciales evasores fiscales. Todo ruido. La vida sigue, Vïctor Vargas y su segunda esposa (de la edad de su hija Margarita), disfrutan cada verano de unos días en Cádiz. El desembarco en un pantalán especial del yate de Víctor Vargas en Sotogrande es un acontecimiento estival, tal vez por los 60 metros de eslora de la nave o por la cantidad de Ferraris y caballos caros que lleva abordo. Luis Alfonso dice que esta vida ostentosa del 'socialista' Vagas nada tiene que ver con él, cuyos tres hijos comparten una tablet, según relata, tan espartano para algunas cosas.
La verdad es que Luis Alfonso no es tan socialista como su suegro. De hecho, sobre la exhumación de su bisabuelo (embalsamado 19 meses después de que él naciera), no cree que Pedro Sánchez y su Gobierno tengan competencia para sacar a Franco de Cuelgamuros: "Su cuerpo pertenece a la familia y sin nuestro permiso no se puede hacer nada. Exhumar a mi bisabuelo es una profanación y por tanto un delito de cárcel", sentencia este efímero juez. "El Valle de los Caídos ya es un lugar de reconciliación, donde fueron enterradas víctimas de ambos bandos de la Guerra Civil", dice convencido. Y echa la culpa el Emérito de que los restos de su bisabuelo descansen allí. "Don Juan Carlos se lo pidió a mi bisabuela".
Y también recuerda a su manera al padre del actual jefe del Estado la cuenta que tiene pendiente con el dictador que le llevó al poder: "Cuando se ataca a Franco, se ataca a mi familia, a media España y también a la Monarquía que instauró", dice el apolítico Luis Alfonso, para preguntarse si el ruido de sables que propone derribar la Cruz de los Caídos ("la más grande del mundo"), "¿No será un ataque al cristianismo?".
Lo que no dice Luis Alfonso de Borbón en La Razón, porque no se atreve a reconocerlo en público, es que él y su familia están molestos con la Casa Real porque consideran que no se han mojado más en este asunto, para evitar la salida del dictador del Valle de los Caídos, tal y como nos aseguran personas que han hablado del tema en privado con Luis Alfonso. Y él cree que los Borbones se lo deben a Franco. En resumen, Luis Alfonso de Borbón reprocha a la Familia Real su inacción contra la exhumación de Franco y recuerda lo que le debe el tío don Juan Carlos a su bisabuelo.
El hijo del duque de Cádiz bordea, por suavizarlo, la apología del Fraquismo en la entrevista que concede a La Razón: "Se acabará viendo lo que Franco hizo por este país porque evitó el exterminio de los católicos, mejoró las infraestructuras, el tejido empresarial, creó la clase media y muchos libros avalan sus avances sociales", argumenta". Para él, "la familia Franco está sufriendo una persecución mediática, dirigida e ideologizada", dice el bisnieto del dictador.
Presidente de honor de la Fundación Francisco Franco, su mujer, diez años más joven que él, está embarazada de cinco meses del cuarto hijo del matrimonio. Otra alegría es que sus empresas en Madrid (gimnasios) van bien y va a abrir más. Alegrías aparte, el duque, de momento, sigue guardando el año de luto que inició por la muerte de su abuela, Carmen Franco y Polo, fallecida el 29 de diciembre de 2017. Descanse en paz.