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El álbum de vacaciones de Pablo Casado y su familia en su segunda casa, Las Navas del Marqués


    Jesús Manjón

    "Es un paraíso", con esta rotundidad define el líder del Partido Popular al lugar en el que encuentra la paz que busca alguien acostumbrado a bregar contra los problemas que atraviesa España en estos días. Ese sitio no es otro que Las Navas del Marques, un pueblo abulense de 5.000 habitantes, cruzado por el río Cofio, a escasos 20 minutos de El Escorial. Es allí donde el político descubrió hace cinco años su nueva casa.

    Pablo Casado ha hecho suyo el refrán "donde fueres, haz lo que vieres" y, como todo buen navero, disfruta de las maravillas que depara esta localidad abulense. No es raro verle pasear por la Avenida Principal junto a su mujer, Isabel Torres, tampoco verle degustar un rico helado en Palazzo con sus dos hijos, Paloma y Pablo. Y para desayunar, el bar Saúco: "Le encantan nuestros cruasanes", nos asegura Justo Sánchez, el dueño del local. Precisamente, fue allí donde este pasado lunes se vio a su esposa tomando algo con una amiga.

    (Foto Antonio García)

    De visita obligatoria para él es el restaurante Montecarlo, donde el chef, Alberto Rosado, ofrece una de las mejores carnes de Castilla y León. El propio Casado aseguraba en 2016 que sería "el primer restaurante que obtenga la primera estrella Michelín en Ávila". Y para el aperitivo, sus elecciones son bar Las Cumbres, bar Magalia o bar Nacional.

    Pero su verdadera guarida se esconde en Ciudad Ducal, una de las zonas más exclusivas de Las Navas del Marqués y donde se ubica la vivienda que el político tiene en régimen de alquiler desde 2011. Allí se erige La Atalaya-Mirador, diseñada por el arquitecto Gustave Eiffel, el mismo que creó la Torre Eiffel. En dicho lugar, además, veranean la mayor parte de los madrileños que visitan el pueblo en verano, época en la que escapan del calor de la capital y el olor de los pinos envuelve el ambiente.

    Y es que en esta época cuando Las Navas del Marqués adquiere todo su color y sus calles se llenan de gente. También son las Fiestas del Santísimo Cristo de Gracia, una celebración más que especial para Casado, que suele visitar al Cristo en la Iglesia como es tradición y es asiduo a las procesiones que tienen lugar durante la semana.

    Todo ello sin olvidar la política. Pablo está muy vinculado a los asuntos que se cuecen en el pueblo y, en las últimas elecciones, fue como último en la lista del PP e incluso ofreció un mitin para los naveros. Mantiene una estrecha relación con el alcalde de la localidad, Gerardo Pérez, y ha votado en más de una ocasión: "Aquí me he empadronado, aquí fui candidato, sacamos mayoría absoluta, es un pueblo estupendo", recordó hace unos años.

    La pasión que siente Casado por su segunda casa y sus gentes es compartida por los habitantes del lugar. Así, la inmensa mayoría hablan bien de él y le consideran "el mejor representante posible del pueblo", nos dicen. Otros se sienten orgullosos de él: "Tener un presidente medio navero sería un honor, lo máximo", aseguran. En general, para todos "es un buen tío que trae aires nuevos", sentencia un ilustre navero.