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Luis Alfonso de Borbón, sobre el cadáver de Franco: "Es una inmoralidad exhumar a nadie"


    Informalia

    El hijo de Carmen Martínez-Bordiú, que asistió este domingo a la misa dominical en el Valle de los Caídos, ha dado su opinión sobre la polémica generada por la intención del Gobierno de exhumar el cadáver de su bisabuelo, Francisco Franco: "Es una inmoralidad exhumar a nadie", ha dicho.

    Luis Alfonso de Borbón (44) suele ser discreto en todos sus actos privados y aún más en aquellos relacionados con la política. Es por ello que su presencia el pasado domingo en el Valle de los Caídos sorprendió y desató una gran expectación, ya que se interpretó como un apoyo público por parte de un miembro de la familia de Franco a la manifestación que tuvo lugar ese mismo día por conservar sus restos en el monumento.

    El duque de Anjou, que se encuentra en Panamá por motivos de trabajo, se ha mostrado en contra de la decisión del presidente Pedro Sánchez: "El Valle de los Caídos es un monumento de reconciliación y de oración. El domingo pasado asistimos en familia a una convocatoria que me pareció muy oportuna, para rezar por el futuro y la unidad de España. Quise llevar a mis hijos, a quienes trato de inculcar los valores en los que creo y que me fueron transmitidos. Igualmente, allí acudieron miles de personas venidas de toda España, incluso del extranjero, para orar por la paz, la reconciliación y el respeto entre los españoles", ha dicho a Divinity.

    No es lo único que ha dicho. El programa Ya es mediodía también se ha hecho eco de unas declaraciones que el bisnieto de Franco realizó para una televisión católica y que ha repetido a uno de sus colaboradores: "Hay que dejar a los muertos de la guerra civil tranquilos salvo que las familias quieran trasladarlos y no es el caso".

    Además, el hijo mediano de Carmen Martínez-Bordiú (67) ha compartido varias publicaciones en sus redes sociales en las que se pronuncia sobre la polémica.

    "Esa inmensa cruz representa la reconciliación de las dos Españas. Sólo había una España que progresaba alegre, orgullosa de su pasado y esperanzada en su futuro. Pero el rencor nos lleva otra vez a despertar rancios odios cainitas. La historia condenará a quien profane este templo grandioso, no por el tamaño de la cruz, sino por el fraternal abrazo que representa, acogiendo bajo sus brazos a un solo pueblo reconciliado. No hay otro camino y nuestros padres lo sabían", ha añadido junto a una imagen del monumento.