Así es Michelle Salas, la explosiva hija de Luis Miguel que quiere ser diseñadora

Es la primera hija del cantante, sin embargo nadie supo que su padre era la estrella de la canción mexicana hasta que no tuvo 15 años. Ahora, Michelle Salas es el ojito derecho de Luis Miguel (48) y vive con él en Los Ángeles, donde estudió Diseño de Moda. 

Michelle nació hace 29 años en el Hospital Español de la Ciudad de México. Su madre, la modelo y cantante Stephanie Salas, decidió ser madre soltera después de una tormentosa relación con el cantante, aunque Michelle siempre supo quién era su padre.

En 2005, cuando tenía 16 años, ella misma habló por primera vez acerca de su rumoreada relación con Luis Miguel en una entrevista con la revista Quien: "Ya no quiero que me compadezcan por ser la hija no reconocida de Luis Miguel, cuando él sabe que existo. No le pido una vida, solo quiero que me dé cinco minutos para que me explique sus razones. Que me diga qué pasó y ¡ya!".

Años después de estas declaraciones, en 2007, la relación entre padre e hija empezó a ser muy buena. Juntos compartieron momentos en el yate del cantante, empezaron a celebrar el día del padre o se fueron de vacaciones a DisneyLand con los otros hijos de la estrella.

De hecho, Michelle se fue a vivir a Los Ángeles con su padre, donde estudió diseño de moda y trabajó con Carolina Herrera en Nueva York, de la que habla maravillas: "Es una mujer ejemplar. Cuando entra en una habitación, todo el mundo se vuelve a mirarla. Tiene una presencia muy fuerte y la admiro mucho", ha contado a la revista Vanity Fair.

Desde entonces, Michelle Salas ha desfilado para Dolce & Gabbana y prestado su imagen a firmas de lujo como Cartier o Chanel. Sin embargo, en la entrevista al citado medio, ha asegurado que sigue siendo la misma que hace años: "Soy una persona muy leal, muy familiar, muy humana. Me gusta perdonar, no guardo rencores".

Sobre su relación con su padre, Michelle ha afirmado: "Lo que pasa dentro de casa es muy diferente a lo que se ve desde fuera. Nunca he ventilado mi vida ni la de mi gente, porque me respeto a mí y a ellos. Todo está muy muy bien". Además, Salas ha confesado cuál es su canción favorita de Luis Miguel: "La Incondicional. ¡Ah! Y Suave". Y ha añadido cómo es El Sol cuando se apagan los focos: "Es muy humano. Risueño, cálido. Al contrario de lo que parece".

La modelo vivió en Madrid durante el año y medio que salió con el empresario venezolano Danilo Díaz, un hecho por el que ahora añora la comida española. "Sobre todo la paella, la tortilla... ¡Y las aceitunas! Son riquísimas aquí", ha dicho.

Con medio millón de seguidores en Instagram (@michellesalasb), la influencer cree que la clave de su éxito está en ser una persona con valores: "Las firmas ya no buscan ni followers ni likes, sino un personaje que comparta sus valores. Si eres fiel a ti misma y encajas con su filosofía, la conjunción es perfecta".

De la misma manera, Michelle ha afirmado que planea lanzar su propia marca de ropa: "Es un proceso largo, pero que ya está en marcha". Y destaca a Brigitte Bardot como su referente. "Me gusta la mujer clásica, femenina, pero con un toque que la diferencie de lo típico. Mi estilo es ecléctico. Hoy me levanto y me pongo una americana; mañana, un vestido floreado con una chamarra de piel... Si visto muy formal, me calzo unas zapatillas de deporte. Me gusta dar mi toque, moderno pero clásico, sin perder la feminidad que tanto admiro de la época de mi abuela, los años cincuenta".

Precisamente sobre su abuela, la it girl ha asegurado que es uno de sus tres pilares. Salas también ha tenido palabras para su bisabuela, Silvia Pinal, una leyenda en México con películas como Simón del desierto. "Ella es como 'the apple of my eyes', la 'niña' de mis ojos. Tenemos una conexión muy rara, un clic muy especial. Es muy trabajadora y muy luchadora, pero además es madre, hija, abuela y me ha demostrado que la fama y el glamour se pueden perder en un segundo y lo más importante es mantener tu humanidad y tu calidez", ha afirmado.

Por último, la hija de Luis Miguel ha manifestado que aunque ha crecido en un matriarcado, no se considera una feminista al uso. "Hoy en día se confunde el término. El hombre y la mujer se complementan de una forma perfecta. Mi abuela se divorció y ejerció de madre y de padre, pero no por decir 'Ah, yo los voy a sacar adelante sola, no necesito de nadie', sino porque las circunstancias vinieron así".