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Pablo Casado recuerda su paternidad prematura y se solidariza con Irene Montero y Pablo Iglesias


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    El diputado y candidato a suceder a Mariano Rajoy al frente del Partido Popular relata su propia historia, la que vivió junto a su mujer hace unos años, y anima a sus rivales de Podemos: "Estoy con Pablo e Irene. Lo van a sacar adelante y en unos meses estará todo fenomenal. Les doy todo el ánimo del mundo", decía Casado.

    A sus 37 años, Pablo Casado es por encima de todo padre y marido, y por tanto comprende la situación de Pablo Iglesias e Irene Montero, cuyos mellizos nacieron este martes tras seis de gestación. En 2014, llegaba al mundo Pablo Casado Junior, el segundo del matrimonio, tan solo con 25 semanas de vida y 700 gramos de peso. "Mi segundo hijo nació muy pequeñito, muy prematuro y estuvimos cuatro meses en el hospital con él", decía eel político. Casado recuerda que no se movió del lado de su bebé, una criatura que permaneció en la incubadora desde el momento de su nacimiento. El rival de Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal en las primarias para mandar en Génova llegó a perder hasta 10 kilos durante el tiempo que el bebé estuvo hospitalizado. "Fue justo en esos complicados momentos cuando me di realmente cuenta de los verdaderos problemas de me vida: la salud, la familia y la gente que quieres de verdad", decía en laSexta.

    El diputado del PP animó a sus rivales políticos en estos momentos tan complicados y les deseó que todo salga bien, tal y como ocurrió con su Pablo, un chaval de casi cuatro años. "Le salvaron la vida en la sanidad pública", recordaba. "Estas experiencias te hacen mejor persona", añadía. A diferencia de su tocayo de la izquierda parlamentaria, Pablo Casado es muy creyente. Tanto es así, que cuando su hijo salió adelante después de haber sido extremadamente prematuro, hizo una promesa: si todo salía bien harían el camino de Santiago. Y así lo hizo junto a su mujer. Recorrieron el último tramo del conocido como Camino Francés, y hasta sufrió una pequeña lesión en la rodilla. No creemos que Irene y Pablo vayan a hacer el camino, al menos no como promesa de fe, tal vez por placer.

    Desde luego, el Camino es un placer pero también un sacrificio: la mujer de Casado, Isabel Torres Orts, necesitó ser atendida por las ampollas que tenía en los pies después de caminar más de 50 kilómetros a pie desde Sarria (Lugo). Con todo, Casado y su mujer abrazaron al Apóstol Santiago.