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Beatriz Gutiérrez Müller: la mujer del nuevo presidente de México no quiere ser 'primera dama'


    Informalia

    Andrés Manuel López Obrador, candidato izquierdista del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ha ganado las elecciones en México. En su nueva etapa como presidente contará con el apoyo de su mujer, Beatriz Gutiérrez Müller, quien ya ha dejado claro que no quiere ser primera dama.

    Así lo explicó ella misma en mayo durante un evento de la campaña presidencial: "No hay mujeres de primera ni de segunda, decir primera dama es algo clasista". En realidad, la constitución mexicana no recoge de forma legal la figura de primera dama, por lo que no habría que cambiar ninguna ley, aunque sí que es cierto que, de facto, siempre ha existido este cargo.

    El motivo por el que Beatriz no quiere asumir este puesto como un cargo público es que a ella nadie le ha votado: "El poder del presidente es unipersonal, tú votas a un candidato para que se convierta en presidente". Por ello, le gustaría que la llamasen "Beatriz, nada más", puesto que considera que los tiempos son diferentes y que "aquella mujer benefactora de los años 40 que repartía a los niños pobres era muy bonita pero ya cambió este país".

    Hija de un mexicano y una chilena de ascendencia alemana, Gutiérrez Müller nació en Ciudad de México, aunque creció entre Morealia y Puebla, donde estudió comunicación. Durante años trabajó de periodista en grandes medios nacionales, hasta que conoció a López Obrador en 2005, cuando tenía 37 años y él 53.

    En aquellos momentos, el actual presidente era alcalde de Ciudad de México y había enviudado hacía dos años de Rocío Beltrán Medina, su esposa y madre de tres de sus hijos. Beatriz supo enamorar a López Obrador y en 2006 se casaron. Meses después nació su único hijo en común, Jesús Ernesto.

    Gutiérrez Müller siempre se ha mantenido alejada de la política y ha preferido dedicarse a sus dos grandes pasiones: la enseñanza y la escritura. "Mis alumnos me llaman maestra", dijo recientemente refiriéndose de nuevo al apelativo con el que prefiere que la llamen.

    No obstante, a pesar de que evita el papel institucional de primera dama, Beatriz ha realizado su particular campaña para conseguir votos para su marido. La mujer de López Obrador se ha acercado durante meses a empresarias, mujeres de empresarios y personajes de la cultura que habitualmente no han tenido estrecha relación con la izquierda para trasladarles su proyecto político, según publican medios mexicanos.

    Todas estas acciones políticas desarrolladas en la sombra parecen haber funcionado y Beatriz es ahora la mujer del presidente, una 'primera dama' diferente y que promete no dejar a nadie indiferente.