Pablo Durán: de marido de Lolita a chófer por horas

Tres años después de divorciarse de la cantante, el actor cubano ha rehecho su vida con la bailaora Carmen Rivas La Talegona (42), tiene un hijo que acaba de cumplir su primer año y ha cambiado el mundo de la interpretación y el espectáculo para ser conductor de Cabify.

Vestido con un elegante traje de chaqueta negro y al volante de uno de los habituales vehículos de esta compañía, así fue visto Pablo Durán (51) por las calles de Madrid hace unos días, tal y como ha publicado la web Cotilleo. El actor cubano saltó a la fama en 2005, cuando coincidió con Lolita (60) en la obra Ana en el trópico y surgió la chispa. La amistad dio paso al amor y después de cinco años de relación, dieron un paso más y se convirtieron en marido y mujer en mayo de 2010.

Lolita, con un vestido de Pronovias, llegó al altar del brazo de su hijo Guillermo, fruto de su primer matrimonio con Guillermo Furiase, y le dio el "sí, quiero" al emocionado novio, que también eligió el color blanco para este día especial. Se prometieron amor eterno rodeados de familiares y amigos, entre los que se encontraban Vicky Martín Berrocal y Juan Y Medio, tal y como mostró la exclusiva por la que recibieron un buen pellizco.

Lamentablemente, las noches de miel y rosas duraron a penas cuatro años. En 2014, la hija de La Faraona anunció que atravesaban una crisis que trataron de solucionar porque estaban profundamente enamorados, tal y como ella desveló en un programa de televisión. Pero los problemas económicos y las discusiones entre ellos pudieron más que el amor y anunciaron su divorcio en 2015: "Nos casamos por dinero, la falta de dinero nos cambió el carácter y la manera de pensar. A estas alturas de la vida no puedo ir a un foniatra para aprender a imitar un acento que luego no me va a salir bien. No tengo agente y estoy cansado de ser actor. Nunca me gustó la actuación", declaró él unos meses después. 

Dicho y hecho. Pablo Durán cambió de vida: comenzó una nueva relación con Carmen Rivas La Talegona, que le dio a su primer hijo el pasado mes de diciembre, Rafael, y olvidó el mundo de la interpretación para dedicar sus jornadas a una ocupación en auge: conductor de Cabify, el transporte de pasajeros que ofrece atención individualizada. No sabemos si Durán es dueño de una de las licencias de estos vehículos o simplemente la ha alquilado, pero unas imágenes en las que aparece limpiando y mimando su vehículo de alta gama demuestran que se toma muy en serio este nuevo trabajo. 

No es el primero que afronta tras alejarse del mundo del espectáculo. Durán probó suerte en el mundo de los negocios y la hostelería abriendo un local de copas en el centro de Madrid, pero no obtuvo el éxito esperado y tuvo que cerrarlo a los pocos meses. Ahora se ha reinventado una vez más y parece que, después de todo, la vida le sonríe de nuevo.