Gina Lollobrigida llega a los 91 años en manos de una familia "que hace de ella lo que quiere", según denuncia el hijo de la actriz
Martín Alegre
Los jueces y la fiscalía de un tribunal de Roma evitaron in extremis hace dos semanas la venta de la mansión de Gina Lollobrigida en la Vía Apia Antica de la capital italiana. La ex de Javier Rigau, para muchos la actriz más bella del cine italiano, eterna rival de Sofía Loren, llega este 4 de julio a los 91 años aislada y enfrentada a su hijo Milko y a su nieto, a los que ha desahuciado judicialmente de la casa en la que vivían, situada en una parte del jardín de la mansión.
Desde hace unos años, Gina vive con la familia Piazzola, padre, madre e hijo, que hacen oficialmente las funciones de chófer, secretario, ama de llaves o algo semejante. El hijo y el nieto de la actriz nacida cerca de Roma denunciaron que los Piazzola se comportan como un clan, y que se han apoderado de su voluntad y la manejan a su antojo, después de hacerle firmar poderes con los que en los últimos años han vendido parte de su patrimonio, sus joyas y obras de arte, una fortuna que según el entorno de la actriz alcanzaría los cinco millones de euros.
Gina sigue legalmente casada con el empresario catalán Javier Rigau, del que nunca ha pedido el divorcio a pesar de estar distanciados. Todavía hablan de vez en cuando por teléfono. Rigau siempre se ha llevado bien con el hijo y el nieto de Gina y en vista de la injusta actitud de la actriz hacia ellos, hace año y medio interpusieron las querellas criminales contra la familia Piazzola en la que denunciaban el expolio al que estaba siendo sometida la diva.
La querella fue admitida y los peritos y psiquiatras judiciales dictaminaron que Gina estaba dominada por esta familia, experta en manipular la personalidad de otras personas, una acusación que recayó en Concetta Cinque, la matriarca de esa familia. Como consecuencia, el tribunal ordenó el secuestro judicial del patrimonio, tanto de los Piazzola como el de Gina Lollobrigida, cuando ya había una cita para formalizar la venta de la mansión.
Falta ahora conocer qué ha sido de otras propiedades de la actriz, como el apartamento que tenía en Montecarlo, su taller de escultura en Pietrasanta y otros bienes que quizá ya han sido vendidos, como las joyas.
Mientras tanto, parece que los Piazzola, que entraron al servicio de la diva siendo el padre policía urbano y Concetta, empleada de una gestoría, exhiben coches deportivos de alta gama y un tren de vida que no corresponde al que tenían cuando llegaron a la Vía Apia.
Gina Lollobrigida se divorció en 1981 del médico yugoslavo Milko Scofic, con quien se había casado en 1949 y con el que tuvo a su único hijo, Andrea Milko, que ahora tiene 61 años.