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La edad de oro de Nadia Calviño: la ministra cuyo padre tuvo La Bola de Cristal
Silvia Armesto
Nadia Calviño repetía no hace más de cuatro años que ella no era política y ante la pregunta de su posible futuro político respondía con un "no" sin matices. "Mi trabajo es un sueño hecho realidad", decía con una sonrisa permanente. Y eso que coincidió unos meses con Joaquín Almunia cuando fue nombrado comisario, pero en 2010 fue nombrada directora general adjunta de Mercado Interior. Nadia Calviño vivió muy de cerca el rescate a España y gestionó personalmente la Unión Bancaria.
La nueva ministra de Economía era hasta ahora la máxima responsable del presupuesto de la Unión Europea. Llegó a Bruselas en 2006 gracias a un extraordinario currículo, sin perjucio de que sea hija de José María Calviño (arriba, en una imagen de archivo), el primer director general de la RTVE socialista de Felipe González, entre 1982 y 1986, predecesor de Pilar Miró. El padre de la nueva jefa de la cartera económica fue acusado en su día de manipulador y comisario político del Ente público. Su primer jefe de Informativos fue el creador y presentador de La Clave, José Luis Balbín. Luego llegarían otros más marcados como Enric Sopena. Durante aquella época los españoles conocimos rostros como Concha García Campoy, Paco Lobatón o Ángeles Caso que refrescaban la imagen de los presentadores tardofranquistas o de los primeros años de la Democracia.
Por entonces, la futura economista era una adolescente: cuando su padre empezó a dirigir RTVE contaba 14 años y cuando lo dejó había cumplido la mayoría de edad.
Nadia puede agradecer a su padre que llevara a la cadena pública programas tan divertidos e innovadores como La Bola de Cristal o La edad de Oro, emblema de la vanguardia en la famosa Movida Madrileña, con míticas actuaciones como la de Almodóvar y MacNamara, allá por 1983. Pero también trajo a España series como Dinastía o Falcon Crest.
Alaska en La Bola de Cristal
Es evidente que José María Calviño, que ahora tiene 74 años, supo llevar a su hija por la vocación de estudiar bien y mucho, y en universidades públicas: se licenció en Económicas por la Complutense y luego en Derecho por la UNED, y después más y más... "Ser directora general del presupuesto comunitario es un sueño hecho realidad", aseguraba orgullosa en una entrevista hace años, cuando ya estaba en Europa, a cargo de casi 500 profesionales y administrando los miles de millones de euros de los europeos.
Tras ser reclamada por el presidente Pedro Sánchez, deja Bruselas, el piso 13 del edificio gubernamental de la Avenue d'Auderghen, la planta que alberga la Dirección General de Presupuestos. Dicen que la ministra es una persona con una enorme capacidad de trabajo, alegre y casi siempre sonriente. "Cuando los niños se acuestan, sigo trabajando en casa. El cargo es así. O se está o no se está", decía esta profesional de 50 años (aparenta muchos menos), casada y con cuatro hijos.
Nacida en La Coruña, de muy pequeñita se trasladó a vivir a Madrid con su familia por el trabajo de su padre. "Mis padres me han ayudado muchísimos pero no, su profesión y la mía no tienen mucho que ver", decía cuando se le preguntaba sobre la influencia que su padre ha podido tener en su carrera profesional.
Nadia aprobó una oposición como técnica comercial economista del Estado; es decir, el mismo cuerpo al que pertenecía Luis de Guindos, su predecesor (con permiso de Escolano, el Breve), hoy vicepresidente del banco Central Europeo. Nadia coincidió con De Guindos en la época de Rodrigo Rato. También ha trabajado con el que fuera vicepresidente económico socialista Pedro Solbes, y ya en 2006, cuando ejercía como directora general de Competencia en España, se mudó a Bruselas como directora general adjunta de esta materia. "Surgió la oportunidad de este puesto tan interesante, me presenté y aquí estoy", aseguraba a La Verdad de Murcia hace años.