La jueza bruja: echa el tarot, fuma en la sala y su novio va a las vistas con un gato en el hombro
Informalia
Tiene 55 años, 25 de los cuales los ha dedicado a su carrera judicial, plagada de reprobaciones, polémicas, sanciones y, sobre todo, hechos insólitos: fumaba en las salas, su pareja va a los juicios con un gato en el hombro y atacaba la Ley de Violencia de Género en público. Con lo del tarot, María Jesús García Pérez ha llegado al colmo: la magistrada del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 3 de Galicia, con sede en Lugo, cobra entre 15 y 20 euros la hora por echar las cartas cuando no está juzgando.
No es ninguna broma, hasta el punto de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) la está investigando, según el El Progreso, de Lugo. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ya incoó diligencias informativas al tener conocimiento de esta actividad de la jueza. En principio se creyó que la magistrada colocaba propaganda en los coches para promocionar a una vidente amiga, que se suponía era su asistente, pero al final parece que se trata de la propia magistrada.
García Pérez lee el tarot en un piso de la avenida de Ramón Ferreiro y ella misma es la que cobra entre 15 y 20 euros la consulta. Para su labor como vidente utiliza el nombre profesional de María. La jueza lo niega pero un periodista del citado diario gallego investigaba el asunto y asistió de incógnito a una sesión de adivinación de la jueza para comprobar que era ella de verdad la que lee las cartas y no su asistente, como ella afirmaba.
En la sesión en la que el reportero se hizo pasar por cliente, la magistrada respondió al redactor sobre sus problemas judiciales sin percatarse de que estaba adivinando sobre una historia falsa, inventada por el periodista para comprobar que es la propia magistrada quien echa las caras.
Los rumores sobre la historia de una jueza que echaba las cartas saltaron en Lugo cuando la magistrada y el hombre que la acompaña comenzaron a distribuir publicidad de su actividad por locales de hostelería y limpiaparabrisas de los coches aparcados alrededor de la Audiencia Provincial.
"Tarotista y vidente", se anunciaba en la tarjeta, y se facilitaba un teléfono móvil y el precio: 15 euros la consulta, "sin límite de tiempo", decía. "Fines de semana incluidos". Y luego subió a 20 euros la sesión.
El presidente de la Audiencia Provincial de Lugo, José Antonio Varela Agrelo, puso los hechos relatados en conocimiento de su inmediato superior, Miguel Ángel Cadenas Sorbiera, presidente del TSXG, quien, a su vez, incoó las diligencias informativas e informó de las mismas al pAD del CGPJ. Las diligencias tienen carácter de reservado, pero aún no se ha tomado ninguna decisión.
Los jueces y magistrados tienen un régimen de incompatibilidades muy estricto y sólo se autorizan actividades de carácter formativo y publicaciones.
Su pareja entra y sale de los juzgados con un gato en el hombro.
En 2012 la magistrada-tarotista ya fue noticia cuando un grupo de abogados expresaron su incomodidad al juzgado de lo Penal número 1 de Santiago de Compostela porque la jueza iba a las vistas acompañada de su gato. "El decano del Colegio de Abogados de Santiago, Evaristo Nogueira, calificó entonces de "deplorable" la actitud de la jueza y consideraba que su conducta ofrecía "una pésima imagen de la Justicia". El decano se lamentaba por la situación en los periódicos locales: "No es posible que donde se va a decidir si una persona entra o no en prisión la jueza esté con el gato", informaba en 2012 La Voz de Galicia.
No obstante, no todos estaban contra la presencia del animal en las vistas. Un funcionario del juzgado restó importancia a la presencia del gato y aseguró que era en realidad la pareja de la magistrada, que asistía habitualmente a los juicios, quien estaba con el animal. Por cierto, que los abogados también criticaban la presencia del compañero de la jueza, al que veían habitualmente "entrar y salir del juzgado con el gato en un hombro", de acuerdo con el relato del periódico.
En 2011, justo antes de ser destinada a Santiago, también fue sancionada en Bilbao con una falta leve, porque fumaba en la sala de vistas entre juicio y juicio cuando era titular del Juzgado de lo Penal 6. El órgano de gobierno de los jueces consideró que la magistrada mantuvo un comportamiento indebido e infringió la legislación que prohíbe consumir tabaco dentro de edificios públicos o centros de trabajo. Dos de los denunciantes, un letrado y un testigo, protestaron porque, al entrar en la sala donde se celebran las sesiones, se encontraban con una "gran" nube de humo. Uno de ellos acusó a García Pérez de exhibir sobre su mesa un cenicero con colillas.
En 2009, el CGPJ la sancionó 3.000 euros por unas declaraciones que realizó al diario El Mundo Hoy, de Cantabria, cuestionando la Ley de Violencia de Género cuando era titular precisamente del Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1, de Santander, puesto que ocupaba desde 2006. La jueza tarotista aseguró en aquella entrevista que formaba parte de los jueces que estaban en contra de esa ley y que entró en el Juzgado de Violencia únicamente para tener experiencia y para verlo desde dentro. El CGPJ también la sancionó cuando ejercía en Madrid por no acudir a una declaración porque se había ido al gimnasio.