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La cara oculta del humorista Eugenio: depresión, drogas y una pérdida irreparable
Informalia
Un documental desvela la parte más desconocida del humorista catalán, fallecido en 2001 por un ataque al corazón. Más de 50 personas cercanas al artista, entre ellas sus hijos, repasan su ascenso al éxito y también su bajada a los infiernos, que compartió con las mujeres, las drogas y la depresión. Según sus hijos, el artista de gafas oscuras y poblada barba que hizo reír a España entera con su muletilla "El saben aquell que diu..." murió "de pena".
Eugenio, el documental, fue presentado hace unos días en Barcelona y retrata la vida pública y privada del humorista. Nacido en la Ciudad Condal el 11 de octubre de 1941, estudió orfebrería y contrajo matrimonio con Conchita Alcaide, que se convirtió en madre de sus dos primeros hijos y también su compañera artística en el dúo Els Dols. Una noche, animado por el dueño del local en el que actuaban, Eugenio lanzó sus primeros chistes desde un escenario y su vida dio un giro de 180 grados.
El éxito de Eugenio como humorista alcanzó tal magnitud que Conchita tuvo que buscarse otro grupo con el que seguir cantando y más tarde, dejarlo todo para cuidar a sus hijos. Su marido triunfaba sobre los escenarios de toda España y lo celebraba después en las discotecas hasta bien entrada la madrugada, pero si algo marcó un antes y un después en la vida del humorista fue el cáncer. Se lo diagnosticaron a su esposa y él, aterrado por la idea de perderla y verla sufrir, se alejó de ella hasta el día de su muerte: "Cuando muere mi madre, se le rompe la brújula. Ahí muere una parte de él", dice su hijo Gerard en el documental.
Eugenio cayó en una severa depresión, agravada por el consumo de cocaína y alcohol que le hacían olvidar su tremenda pérdida y que lo convirtieron en una persona arisca, huraña y retraída. Logró rehacer su vida con Conchita Ruiz, con la que tuvo un tercer hijo, y también con Isabel Soto, con la que llegó a contraer matrimonio.
Acuciado por las deudas y tras superar un cáncer de vejiga, Eugenio falleció a los 59 años de un infarto al corazón mientras bailaba en una discoteca. Unos días antes, había reunido a sus hijos para pedirles perdón: "He sido un mal padre, lo he hecho fatal. He ganado mucho dinero y lo he perdido. Todo lo he gestionado mal", les dijo.