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Marta Ortega y Carlos Torretta: una historia de amor transatlántica


    Informalia

    La heredera de Inditex y el hijo del diseñador argentino se darán el "sí, quiero" el próximo otoño y pondrán el broche de oro a una relación que comenzó hace ya dos años gracias con un flechazo.

    Marta Ortega (34) y Carlos Torretta (34) se conocieron durante la fiesta de cumpleaños de Eugenia Silva en el Museo del Traje, celebrada en enero de 2016. Entre ellos saltaron chispas y después de intercambiar algunos mensajes, comenzaron a salir y decidieron llevar su relación en la más estricta intimidad. De hecho, sus primeras citas fueron prácticamente secretas para evitar que la atención mediática rompiese el encanto.

    En el mes de mayo realizaron su primera aparición pública como pareja en el Madrid Longines Global Champions Tour de la Casa de Campo. Después de aquello llegó su primera publicación en las redes sociales: un beso en la mejilla durante un concierto de Bruce Springteen en el estadio Santiago Bernabéu. En aquel momento, el entorno de ambos trataba de restar importancia a su noviazgo: "Su relación no va más allá de una buena amistad porque todavía se están conociendo. No es fácil por la distancia, dado que Marta vive en La Coruña y Carlos trabaja en Nueva York".

    Su amor se afianzó con el paso de los meses y finalmente Torretta, que trabaja en una agencia de modelos, trasladó su oficina a Madrid y se instaló con su chica y el hijo de ésta, Amancio, fruto de su matrimonio con Sergio Álvarez. La heredera de Inditex, que hasta entonces tenía fijada su residencia en A Coruña, adquirió un ático en el barrio de Salamanca de casi 500 metros cuadrados que reformó por completo y que ha sido el espléndido escenario de sus primeros pasos como familia.

    Ambos están completamente integrados en sus respectivas familias políticas, con las que han aparecido en multitud de ocasiones, tanto en fiestas como en jornadas hípicas o vacaciones. Además, Torretta es como un segundo padre para el pequeño Amancio, con el que tiene mucha complicidad. Seguro que el niño, de cinco años, tendrá un papel importante en la boda, que se celebrará en el pazo familiar de Anceis el próximo otoño.