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Ana Rosa Quintana: "Voy a demostrar ante notario que no abuso del Photoshop"


    Pilar Fernández

    Hace ahora dos décadas, esta curtida e influyente comunicadora estrenaba Sabor a ti, el magacín vespertino de Antena 3 que supuso para ella el salto al Olimpo de la fama mediática, aunque ya entonces contaba 42 primaveras y había hecho casi de todo en el periodismo y en la vida. Y no se ha bajado del cielo en el que reina. Dicen que 20 años no es nada pero a ella le ha dado tiempo a mucho. Y lo que le queda... Ana Rosa, a sus 62 años, está tan guapa que piensa llevar un notario cuando haga la próxima portada de su revista para que levante acta de que sus fotos no están retocadas. Las nuestras no lo están.

    ¿La piropean mucho?

    Me han piropeado mucho, pero tampoco le doy importancia. No me parece algo bueno tampoco, podríamos eliminarlo perfectamente, pero tampoco es un drama como para llevarlo a la ley.

    Hay quien cree que un piropo por la calle debe ser considerado acoso. ¿La línea es tan fina?

    La línea no es fina, es el sentido común. Que un piropo por la calle se considere acoso es una chorrada, yo hablo de cosas importantes: igualdad salarial, igualdad dentro de las casas, igualdad de oportunidades... Un piropo no es un delito, es mala educación.

    Esto nos lo cuenta A.R. vestida con un espectacular conjunto de Victoria Beckham.  Luce una sonrisa de oreja a oreja que disimula su cansancio (es la hora de comer y ella lleva despierta desde las cinco de la madrugada). Esposa del empresario sevillano Juan Muñoz desde 2004 y madre de tres hijos, se moja lo justo pero habla de Puigdemont, Cifuentes o el feminismo, y también de sus manías, las arrugas, del Atleti o la adopción de la última hija de su rival Susanna Griso.

    Pregunta: Máster dudoso, robo de cremas e irremediable renuncia. El caso de Cifuentes ha sido un bombazo.

    Es una pena que una persona que tenía un futuro político brillante haya caído por algo tan nimio como un máster, pero es que se empeñó en decir que había hecho el máster cuando todo demostraba que no y fíjate cómo ha acabado, entregando el acta de diputada. El tema de las cremas era personal y creo que ha sido muy doloroso.

    Usted afirmó que Cristina Cifuentes era cleptómana.

    No, yo lo que dije fue que ese tipo de actitudes podían responder a una cleptomanía, pero yo no puedo decir si la sufre porque eso es una enfermedad. Al revés, lo hice por ella, porque era tan violenta la situación que si una persona ha tenido un brote puede ir al médico y curarse, porque eso son impulsos y las personas pasan por malas situaciones. Pero me llamó y me dijo que no la tenía y que nunca había estado en tratamiento por ello.

    ¿Y no se enfadó con usted por decirlo?

    No, qué va. Pero vamos, que no fui yo sola, lo dijeron todos los medios.

    Ahora que Cifuentes se aparta de la política, ¿la ficharía como contertulia en su programa?

    Lo que quiere Cifuentes ahora es estar tranquila y alejada de los focos. Es funcionaria y no querrá tener nada que ver con los medios de comunicación. No la ficharía en mi equipo porque creo que no es su momento. 

    ¿Usted ha robado algo alguna vez?

    No, nunca, ni un chicle cuando era pequeña. Yo he sido muy miedosa. Además nunca he tomado chuches, no me gusta el dulce, soy más de salado.

    ¿Qué le parece el actual movimiento feminista, necesario o excesivo?  

    El movimiento es necesario porque los datos están ahí: el paro afecta más a las mujeres, los salarios son más bajos, luego sus pensiones son más bajas, a cierto nivel existe el techo de cristal... Yo creo que hace falta y las mujeres debemos concienciarnos y exigir nuestros derechos.

    En algunos ámbitos el movimiento feminista es bastante radical. ¿Se está criminalizando a los hombres?

    Espero que no porque yo tengo tres hijos varones. Los datos están ahí, todos los días hay violaciones, abusos, la Manada, el movimiento MeToo en Estados Unidos... Hay que visibilizar todo esto y hay que empezar desde la educación.

    Ahora hay una campaña a favor de la belleza natural y en contra del Photoshop. La han acusado de abusar del retoque fotográfico...

    Las cámaras de televisión no tienen Photoshop y son de la más alta definición, te sacan hasta el último grano. Estoy a favor de pequeños retoques, pero no de parecer otra persona. Es más, cuando haga la próxima portada de AR llevaré un notario para que certifique lo poco retocadas que están mis fotos. Lo peor es el cuello así que si el Photoshop te lo limpia un poquito, mejor.

    La Casa Real también ha sido noticia en las últimas semanas...

     Letizia y Sofía lo arreglarán, no tienen más remedio. Yo respeto la Monarquía porque es la elegida en la Constitución y hay que respetarlo, pero como sistema yo nunca he sido monárquica.

    Entre Letizia y Sofía, ¿con quién se queda?

    No las conozco suficiente a ninguna de las dos para elegir. No siento simpatía ni antipatía por ninguna, igual que Felipe y Juan Carlos, son muy distintos, ¿no? Juan Carlos ha tenido momentos fantásticos, importantísimos para la historia de España, pero también sus claroscuros. Felipe tiene un papel difícil.

    Comparte con Felipe la afición por el Atleti. ¿Qué locura estaría dispuesta a hacer por darle una Champions a su equipo?

    Yo ya he hecho bastante, he ido a ver las finales y me he llevado unos disgustos enormes, saco mi bufanda y les apoyo públicamente...

    ¿Le gustaría bañarse algún día en la fuente de Neptuno?

    No, no estaría bien hacerlo, pero salgo con mi coche cuando ganan, pito y saco la bufanda por la ventanilla. Soy fan y mi familia también. Me gusta el Atleti, su afición, su campo y cómo somos de incondicionales los seguidores, animando en lo bueno y en lo malo.

    Dicen que es usted supersticiosa pero se viste mucho de amarillo.

    Tengo mis cosas, mis manías... Me encanta el amarillo, me gusta y me favorece, y  eso es importante. Además, tengo una cruzada personal con esto, porque no quiero que nadie se apropie de este color (los independentistas catalanes lucen un lazo amarillo como símbolo de su causa). El amarillo es del sol, de los limones...

    ¿Y qué pasa con los gatos negros, los espejos rotos...?

     No me afecta nada de eso. Hay cosas que me gustan, como las plumas, y otras que no, como los bichos que se arrastran.

    ¿Tiene amuletos?

    No, pero llevo siempre conmigo a la Virgen de la Milagrosa.

    Desde que dejó Cuarzo, la productora que fundó con su hermano, tiene más tiempo para la familia...

    Es muy duro hacer un programa todos los días, en directo de cinco horas, y llevar el peso de una empresa con 200 trabajadores. Acabó mi contrato y fue el momento de desligarme de Cuarzo. Ahora soy muy feliz de presentadora.

    ¿Echaba de menos ser un ama de casa más presente? 

    ¿Ama de casa? ¿Eso qué es? No, es broma. Yo soy ama de casa, les preparo la cena a mis hijos, voy a la compra, cocino, cuido de mi familia... Del mismo modo que lo hace mi marido. Bueno, cocinar no se le da bien a él.

    ¿Y sus hijos también colaboran en las tareas?

    Claro, tienen 13 años y ponen la mesa, se hacen su cama... Lo de la cama nos cuesta más a todos (risas).

    Tiene 62 años y está estupenda. ¿Cuál es el truco? 

    Estoy apuntada a todo, yoga, pilates, camino a diario...

    Su marido también es muy deportista, de hecho corrió la maratón de Nueva York cuando cumplió los 50. ¿Para cuándo una maratón los dos juntos? 

    (Risas) Correr es de cobardes, ¿para qué se corre? Sólo te cansas. Además, a determinada edad es mejor no correr, mejor ir tranquilo y mirando por dónde pisas.

    Además del deporte, ¿qué otras aficiones comparte con Juan Muñoz, su marido?

    Tenemos una vida muy activa, menos el trabajo lo compartimos todo. Nos gusta el campo, pasear, el cine, viajar, el vino... Las mujeres a mí no, a él supongo que sí (risas). Somos muy disfrutones y nos gusta mucho nuestra familia y nuestros perros.

    ¿Cuántos perros tiene?

    Ahora cinco, pero están todos en el campo. Si me reencarno alguna vez me quiero reencarnar en un perro mío, son los que mejor viven del mundo, son súper felices y muy caseros. Los perritos los crío en Madrid hasta que ya se han hecho muy grandes y les agobia la ciudad, cuando llegan al campo son pura felicidad.

    Dijo que le gustaría seguir el ejemplo de la duquesa de Alba y casarse por la Iglesia a los 80 años. 

    ¡Uy! Yo todos los días digo muchas cosas, llevo 13.000 horas diciendo cosas, soy experta en decir chorradas. ¿Casarme a lo duquesa de Alba? Creo que lo estoy descartando (risas).

    Ahora que la han nombrado Hija Predilecta de Sevilla tendrá que celebrarlo con unos bailes.

    No sé bailar sevillanas. Lo intenté, fui dos veces y había un espejo enorme. Me miré y dije: '¡Qué mamarracha, esto no es lo mío!' (risas) Soy arrítmica.

    Se ha hablado mucho de sus 93 pares de zapatos pero ¿cuántos pares de gafas tiene?

    Ocho pares de gafas por temporada. Tengo mi óptica de cabecera, voy, elijo mis gafas y a la temporada siguiente las devuelvo y cojo otras. Y los zapatos son desde hace 14 años, eran míos y de la tele. Yo siempre llevo zapatos buenos, me cuido mucho los pies desde pequeña. Llevo la pedicura todo el año, no tengo ni una dureza, tengo unos piececitos de niña pequeña y nunca llevo zapato que me haga daño.

    ¿Es de las que lo guarda todo?

    No, para nada, pero las cosas buenas las guardo. Ahora he sacado del fondo del armario unos vestidos estampados ideales, como se vuelven a llevar los saco y así le ahorro dinero a la empresa. En casa no soy de guardar, no tengo espacio. 

    ¿Qué es más difícil, ser la reina de las mañanas o madre en plena época de redes sociales, bullying...?

    Reina de las mañanas yo no lo soy, así que será más difícil eso. Ser reina debe ser muy complicado.

    ¿Y cómo se le da educar a dos adolescentes?

    Hasta ahora bien. La adolescencia de Álvaro, mi hijo mayor, fue muy tranquila, y de la Juan y Jaime espero que tampoco sea muy difícil. Los chavales van muy bien en el colegio, son deportistas y todavía están en casa, no salen, cuando llegue ese puente ya lo cruzaremos. Su padre y yo somos muy bloque e intentaremos llevarlo lo mejor posible entre los dos, eso es importante, cuando se lleva entre dos es mejor que uno solo.

    ¿Apuntan maneras?

    Mis hijos, como todos los niños de nuevas generaciones, trabajarán en algo que aún no conocemos. Ahora va todo muy rápido, hay profesiones nuevas y la gente joven tiene otra visión del futuro y la tecnología. Lo que vayan a hacer ellos está todavía por descubrir.

    Después de ser madre de tres varones, ¿se quedó con ganas de la niña?

    Me hubiera gustado tener una hija, pero ahora ya no tengo ganas de más niños.

    Siempre puede seguir los pasos de Susanna Griso.

    No, ya soy madre de familia numerosa. Además, para adoptar hay que empezar con muchísimo tiempo. Lo que ha hecho me parece admirable, es fantástico, pero con dos adolescentes en casa tengo trabajo suficiente.

    ¡Y cinco perros!

    Bueno, también te dan disgustos, se murió mi perrita y me dio una pena horrible. Adoro a mis perritos, pero nunca los comparo con mis hijos.