Tenemos la primera foto de Susanna Griso con su hija adoptiva
Informalia
La presentadora ya está en España junto a su hija adoptiva de seis años. Tras viajar a Costa de Marfil para recoger a la nueva integrante de su familia, la periodista catalana, acompañada de su marido, Carles Torras, y sus dos hijos, regresó el pasado viernes a Madrid con la niña.
Esta adopción ha llenado de felicidad a Susanna Griso (48), quien ha compartido la alegría con sus seguidores en las redes sociales al publicar una imagen en la que aparece su mano junto a la de su nueva hija: "Tanto tiempo buscándonos. #maternidad", ha escrito bajo la instantánea.
Susanna es consciente de que el camino no ha sido fácil. Han sido muchos años de travesía, culminados el pasado 22 de abril, día en que la familia voló a Abiyán, centro financiero y comercial de Costa de Marfil. Allí les esperaba la pequeña y el encuentro fue todo un éxito, según cuenta Semana. Siguiendo las recomendaciones de los expertos, Griso y su familia permanecieron cuatro días en tierras africanas conociendo a la niña.
El pasado viernes 27 de abril, los cinco pusieron rumbo a Madrid y, tras más de seis horas de vuelo (con escala en Casablanca) aterrizaron en la capital felices, ilusionados y con un miembro más en la familia. A su llegada, un taxi monovolumen les recogió y les llevó a su residencia familiar en La Moraleja.
Durante las próximas semanas, todos ellos se volcarán con la aclimatación de la pequeña, especialmente Susanna, que, consciente de ello, pidió unas semanas de baja maternal y no se incorporará a Espejo Público hasta más adelante, cuando su hija esté adaptada a su nueva vida.
Y es que los primeros días son fundamentales. Es momento de crear vínculos y estrechar lazos sentimentales, mientras se trata de resolver los posibles problemas que podrían ir apareciendo. Uno de ellos puede ser la barrera lingüística, ya que la niña tan solo habla francés. Por suerte, los cuatro miembros de la familia dominan el idioma y lo hablan con soltura. De hecho, los dos hijos de la periodista estudian en un colegio bilingüe francés-español.
Así las cosas, el duro proceso de adopción ha dado sus frutos y la felicidad es total, tal y como ella reconocía hace unos meses: "Adoptar ha sido una decisión meditada. Llevo ocho años en este proceso y 30 dándole vueltas. Siempre he pensado que en un país muy lejano había un niño esperándome. He tenido mucha vocación maternal. Mis momentos más felices han sido los partos. He disfrutado mucho durante los embarazos. Con tres me quedaré. Es familia numerosa".