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Una foto de Andrés Iniesta con sus partes al aire revoluciona las redes en su despedida
Informalia
Las lágrimas de Iniesta en su anunciado adiós de esta semana son las de toda España, no solo los aficionado culés, porque todo el mundo le debemos a este manchego excpecionalmente bueno, en todos los sentido, muchas tardes de gloria. Su gol no es nada comparado con el ejemplo de humanidad que siempre ha llevado consigo.
Pero ahora se marcha al fútbol chino y aunque a sus 33 años aún defenderá la Roja, el propio jugador del Barça se lleva su forma de entender el fútbol desde la honestidad. Anna Ortiz, la mujer con la que comparte su vida desde hace una década y madre de sus tres hijos no es tampoco una wag. Es la madre de Valeria, de dos años, y Paolo Andrea, de año y medio.
Se conocieron la noche de San Juan de 2007. Ella estudiaba Derecho y esa noche estaba sustituyendo a una amiga detrás de la barra de un bar de Mataró. "Nos habían avisado de que iba a ir Iniesta esa noche, pero yo no sabía muy bien quién era", contó ella en una entrevista en la radio. "Hola, soy Andrés, nos conocimos la otra noche", le dijo Andrés después de luchar por conseguir su teléfono más que por un balón difícil.
Su boda civil, en julio de 2012, se celebró en el Castillo de Tamarit. Invitaron a casi toda la plantilla del Barça y de la selección española, también a su familia y amigos. Ahora tendrán que dejar la Ciudad Diagonal, una exclusiva urbanización de Esplugues de Llobregat (Barcelona), cerca de la ciudad deportiva del Barça. La casa cuenta con 700 metros cuadrados y un precio que ronda los 4 millones de euros.
Pero Andrés nunca ha sido ostentoso, ni ha presumido de su impresionante fortuna. Su humildad y honestidad han sido su mejor ejemplo. Eso sí, cuando en el campo ha tenido que demostrar que le ponía lo que hubiera que ponerle, no le han faltado bemoles. Desde el principio de historia como futbolista. Nadie puede decir que Iniesta no tenga un buen par de... Este tuit lo demuestra.