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Así es Lis Cuesta, la mujer del nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel


    Informalia

    El gobernante cubano fue elegido el pasado 19 de marzo por la Asamblea Nacional del Poder Popular, convirtiéndose así en el primer líder que no se apellida Castro en los últimos 60 años. El nuevo presidente de Cuba pretende mantener el sistema socialista, sin embargo, con él llegan vientos de cambios como la vuelta de la figura de primera dama.

    Miguel Díaz-Canel (58) está casado con Lis Cuesta Peraza (47), quien también es de origen cubano, concretamente de Holguín, una provincia del este. Licenciada en Pedagogía, conoció a Miguel cuando era directora del Instituto Provincial el Libro y él era primer secretario del Partido Comunista de Holguín entre 2003 y 2009.

    No obstante, su historia de amor no comenzó nada más conocerse, puesto que el presidente estaba casado con Marta Villanueva, madre de sus dos hijos. Al igual que él, ella también pasó por la vicaría junto a un hombre con quien tiene dos hijos. Años más tarde, tras sus respectivos divorcios, se casaron.

    Actualmente, Lis trabaja en La Habana, donde vive con Miguel, como directora del departamento de Servicios Académicos de la Agencia Paradiso, institución perteneciente al Ministerio de Cultura. Esta empresa se encarga de organizar viajes culturales y académicos a los extranjeros interesados en la cultura cubana.

    Lis no suele aparecer en los medios de comunicación, no obstante, ha acompañado al nuevo presidente cubano en algunos recorridos por Asia y América. En 2015, por ejemplo, viajó con él a Corea del Norte, para reunirse con Kim Jong-un. Ya en 2017, fueron fotografiados en Bolivia, mientras se paseaban cogidos de la mano.

    Varias personas que estuvieron con ella en Holguín la describen como una mujer de carácter, muy discreta, de trato afable y buena amiga. "Una cubana como otra cualquiera, que le gusta bailar en las fiestas y tomarse una cervecita, pero es conservadora en su forma de vestir". Sin embargo, en una foto en Santa Clara, el pasado 11 de marzo, se le vio un tatuaje en su espalda y un atrevido vestido de estampado geométrico.