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El duque de Alba alquila el palacio de Liria a Vuitton y a un empresario extranjero para hacer caja antes de la boda de su hijo


    J. Moriarty

    En el año 2012 y en vida de la duquesa de Alba, la familia decidió alquilar los salones y jardines del palacio de Liria, la joya arquitectónica de la aristocrática dinastía, para la celebración de fiestas y eventos de grandes empresas. Hasta los Alba estaban afectados por la crisis económica y fue entonces cuando Cayetano Martínez de Irujo recibió de su madre el encargo de sacar al mercado productos de las fincas familiares bajo la marca Casa de Alba.

    Ni a la duquesa ni a sus hijos les entusiasmaba abrir sus salones a extraños, ya tienen bastante con dejar que un pequeño grupo de visitantes se pasee una vez al mes, y no todos los meses, para ver sus obras de arte. Visita a la que están obligados, ya que el palacio está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y eso les permite recibir ayudas públicas para su mantenimiento.

    En estos años, el alquiler de estancias del palacio de Liria se ha hecho con cuentagotas. Las entidades que lo solicitan deben contar con un perfil determinado, acorde con la categoría del recinto. No se contemplan las bodas o celebraciones familiares o de amigos, aunque lo cierto es que no hubo muchas peticiones durante el peor momento de la crisis. Pero ahora la economía se recupera, Carlos Fitz-James Stuart casa a su hijo mayor en octubre en una boda por todo lo alto que costará una fortuna y nunca viene mal, hacer caja extra.

    La semana pasada, en los salones del palacio de la calle Princesa 20 se han celebrado dos eventos muy diversos. La firma de lujo Louis Vuitton hizo una exposición de sus icónicos bolsos, baúles y demás complementos joyas, y los invitados no sólo podían admirarlos, también los compraban mientras tomaban una copa de champaña. El otro evento fue organizado para un empresario extranjero como parte de sus relaciones públicas. Nada mejor para impresionar a tus clientes que tomar una copa frente a un retrato de Goya de la antigua duquesa de Alba. Y es que en el alquiler que permite disfrutar de esta mansión única entra también una visita guiada para admirar una de las colecciones de arte más importantes del mundo. El problema es el precio: fuentes consultadas por Informalia aseguran que la "minuta" se sitúa en torno a los 30.000 euros al día, aunque la Casa de Alba no confirma la cifra.