Rita Amaral: así es la 'primera dama' ausente de Portugal
Informalia
Rebelo de Sousa (69) se encuentra en España en una visita oficial que durará hasta este miércoles y ha viajado solo a pesar de que comparte su vida desde hace 30 años con una abogada que fue antigua alumna suya en la facultad de Derecho.
Se llama Rita Amaral Cabral, tiene 63 años y conoció al presidente de Portugal cuando éste le calificó a la baja un examen en la universidad. Ella fue a reclamar y él se quedó prendado de ella, tanto que rompió su matrimonio con Ana Cristina Motta, con la que tiene dos hijos, y comenzó una nueva vida con su alumna. Llevan juntos 30 años pero ni han pasado por la vicaría ni parece que vayan a hacerlo. De hecho, ni si quiera viven juntos: "Nunca volveré a casarme. La iglesia Católica no acepta el divorcio y estoy de acuerdo con ello. De hecho, rechazo pedir la anulación del primer matrimonio", ha afirmado él en alguna ocasión.
Rebelo de Sousa y Rita Amaral no se exhiben pero tampoco se ocultan. Afirman que ella es una mujer muy independiente y es muy probable que no aceptara ser la primera dama del país luso, algo que tampoco le parece necesario a su pareja: "No hay ninguna obligación institucional de tener una primera dama", afirmó en su campaña electoral.
Según publica la revista lusa Caras, Amaral pertenece a una aristocrática familia portuguesa, tiene tres hermanos más pequeños y posee una casa en Estoril, donde cuida a su padre de 90 años. Es profesora de derecho en la universidad de Lisboa y sus alumnos la definen como una persona "elegante, educada, amable y brillante". La abogada y el presidente veranean cada año en la playas de Quinta do Lago, donde pasan completamente desapercibidos y disfrutan del sol y la lectura como una pareja más. Además, comparten su faceta más solidaria (participan juntos en la Feria Nuevo Futuro) y son aficionados del tenis.
Pero no todo es de color de rosa en la vida de Rita. La abogada tiene una salud delicada y en el año 2009 tuvo que ser sometida a una delicada intervención de corazón. Además, el año pasado una de las fantásticas fincas familiares, situada en Oliveira do Hospital, resultó totalmente calcinada por las llamas durante los incendios que asolaron el país vecino.