Karina Sagarra, ex mujer de Francisco y amiga de Carlos Herrera, rompe su silencio

Argentina, broker inmobiliaria, ex pareja del cantante e íntima amiga del ex de Mariló Montero. Karina no ha perdido ni un ápice de su atractivo y disfruta de la vida desde un discreto segundo plano. Ha costado trabajo dar con ella, ya que permanece alejada de la curiosidad pública desde hace muchos años, pero por fin ha accedido a hablar para Informalia sobre Francisco, Carlos Herrera y mucho más.

Marcó una época en el mundo del corazón. Fue 'la otra' en la vida del cantante Francisco, ahora en Supervivientes, y saltó a la fama cuando dio a conocer su verdad. Abrió brecha, la legítima no tuvo más remedio que darse por enterada. El artista, casado entonces con Adela Palomo, rompió su matrimonio, subyugado por la belleza de esta top model argentina, entonces una jovencita. Se unieron en 1984, contrajeron matrimonio en 1987 y se divorciaron en 1990. Ahora, quizás no lo haría: "Enamorarse no es una elección, pero yo no lo haría de nuevo. No me metería en medio de un matrimonio. Lo hice porque entonces yo me comía el mundo, era inmadura, acababa de llegar a España y tenía esa valentía y esa inconsciencia de los recién llegados. Estaba enamorada pero no estuvo bien. Aunque gracias a aquello nació mi hijo".

Han transcurrido muchos años desde entonces, pero Karina, una broker inmobiliaria, sigue conservando toda la belleza de su juventud. Tiene su residencia en Madrid aunque su vida transcurre a caballo entre la capital de España, Sotogrande y Marbella. Trabaja para Internacional Realty Kristina Szekely Sothebys, una de las empresas de ventas de casas de lujo y mansiones más importantes del mundo. "No somos tan caros. Yo vendo de todo. Si me dan un puesto de pipas y me dicen que me haga millonaria, lo hago". Mide un metro y setenta y cinco centímetros, y tiene aún mejor figura que hace tres décadas, cuando se convirtió en la mujer de quien fue considerado uno de los hombres más atractivos de España.

Francisco y Karina tuvieron un hijo, Cristian, un joven informático treinteañero que adora a su padre y mantiene una excelente relación tanto con su hermano como con los dos hijos que aportó su tercera esposa, Paca Ribes, al matrimonio. Karina y Paca, la mujer que lleva veinticinco años con Francisco, no se parecen en nada, pero la primera se deshace en halagos para su ex marido con el mismo ímpetu que si continuaran casados. "Es el padre de mi hijo y lo veo muy bien, muy paciente, la edad hace maravillas. Es humilde, tranquilo, y ayuda a todo el mundo. Está jugando muy bien, como Alberto Isla".

Afirma, además, que no ha perdido un ápice de su atractivo: "Ha sido guapísimo. Cuando entró en el reality no vi a un Francisco, vi a dos, dos veces guapo, pero con el doble de kilos. Ahora se está poniendo mejor, pero le faltan algunos meses de perder peso para quedarse perfecto. Yo es que soy algo obsesiva con los kilos, como la mayoría de las argentinas, e igual me paso".

Karina sigue teniendo un enorme afecto por su esposo: "Tiene una virtud tremenda, su fuerza de voluntad ante las circunstancias adversas, la vida no se lo puso fácil y ha sabido sacar el mejor partido de esa voz maravillosa que ha tenido siempre. Es un gran artista. ¿Defectos? Pocos, y además los trapos sucios no se sacan de casa. Yo me casé muy enamorada, pero lo nuestro se acabó. Fueron unos años maravillosos, pero la gente cambia".

El Facebook de Karina está lleno de fotos en las que se la puede ver luciendo una figura perfecta, aunque asegura que "cada vez me cuesta más con el paso del tiempo". En las imágenes aparece junto a todo tipo de personalidades, como Carlos Herrera, a quien le une una enorme amistad. "Le quiero mucho, cuando murió mi mamá se lo conté y tuvo un detalle maravilloso, escribió en su columna de XL Semanal un artículo que me conmueve aún ahora recordar: Karina se despide de Carmen".

Hija de padre catalán y madre gallega, lo que está ocurriendo en la tierra de su padre le parece un horror "y una ridiculez, hay que pararlo. Hay que cortar esta situación. La gente allí lo está pasando fatal. La independencia no lleva a ningún sitio".