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La escritora Lucía Etxebarría cree que fue drogada durante una fiesta en Madrid

  • "Fue para robarme", asegura

Informalia

La escritora valenciana confiesa que a sus 51 años nunca había sentido un dolor de cabeza tan terrible, que vomitaba y que se desmayó: fue víctima de alguien que le echó una extraña sustancia en la copa. "Fue para robarme, no para violarme", afirma.

"No fue burundanga. Fui a una fiesta en una discoteca en Madrid, de repente me puse fatal, fatal, me caí al suelo y gracias a que estaba con dos amigos, que me sacaron...", relata la ganadora del premio Planeta. "Recuerdo que incluso el portero decía: 'Dónde va esta borracha". A la mañana siguiente sintió dolor de cabeza y se fue a un centro de atención primaria. "Me hicieron un análisis de sangre. La burundanga no se detecta, pero la benzodiacepina sí", explica. "A partir de ahora, sitio al que voy, las copas las pido yo y tapo la copa", dice Etxebarría, que recuerda cómo fue: "Había dos chicas hablando conmigo. Me decían: 'He leído tus libros, no sé qué...", explica la autora de Amor, curiosidad, prozac y dudas. "No fue en la barra, fue a la salida del cuarto de baño. Luego me contaron que no era para violarme sino para robarme o para hacer la gracia, y las chicas estaban haciendo de cebo", añade.

En atención primaria le dijeron que reciben a montones, pero hay mucha gente que no se da cuenta y que piensa: "Es la resaca de mi vida, he mezclado, me han dado garrafa"... La ganadora del premio Nadal advierte que "si a alguien le ocurre, el primer síntoma es un dolor de cabeza que no has tenido en tu vida, vomitaba sin parar, me desmayé, tuve la gran suerte, gracias mis amigos, que me sacaron, pero me caí redonda y soy una señora mayor", señala.

La escritora denunció a primeros de enero un episodio de su pasado hasta la fecha desconocido, poniendo de relevancia los problemas en materia de violencia contra las mujeres existentes en la sociedad. Al respecto de los casos de El Chicle y Diana Quer, La Manada y los jugadores de la Arandina, Etxebarría relató diversas situaciones comparadas con su caso personal en una columna publicada en El Periódico.

Etxebarría desveló una vivencia personal ocurrida "hace 13 años" cuando un hombre la violó a punta de navaja en una playa en Marruecos, tras lo cual "había semen en mi falda y entre mi piernas". Pese a ello, y aunque "la policía encontró a ese hombre, no le pasó nada, nadie me creyó a mí".

"Alguien en el consulado me dijo que yo tenía suerte porque sólo me había violado y no me había matado, que podía considerarme afortunada", lamentó, añadiendo que "cuando lo cuento, la gente me dice que no me exponga tanto", ante lo que ella se pregunta si "debo avergonzarme de haber sido violada".

"Estoy harta de que a las mujeres nadie nos crea y de que tantas mujeres consideren que no se puede hablar de eso", añade a modo de conclusión, a modo de argumento para desvelar este episodio años más tarde.