Actualidad
El día más romántico de Mariano Rajoy y su mujer (y no es una inocentada)
Informalia
Han transcurrido 21 años desde que Mariano Rajoy contrajo matrimonio con Elvira Fernández (52), la madre de sus dos hijos. Fue en La Toja, el día de los Santos Inocentes. La novia vestía un traje de tafetán de seda de manga larga y cuello redondo, con los puños bordados, y el ramo era de pequeñas rosas pálidas. Un sonriente Mariano Rajoy (62), que ya entonces tenía la barba mucho más cana que el pelo, sonreía orgulloso de su esposa a la salida del templo. Los ojos le brillaban de felicidad tras las enormes gafas de pasta que se llevaban en los noventa.
El solterón del PP cerraba una etapa e iniciaba otra muy distinta. Elvira, "Viri" para los amigos y familiares más cercanos, es su mejor consejera, su amante, su esposa y su mejor amiga. Hay pocas esposas de políticos tan preparadas como ella, y sin embargo no hay otra que haya figurado menos como tal.
Si fueran una pareja al uso irían a cenar al restaurante La Huerta de Tudela, uno de los favoritos del Presidente del Gobierno, o irían de cañas y vinos por las cercanías de la Universidad donde estudia su hijo mayor, la Universidad de los Jesuitas, en Alberto Aguilera, para acabar cenando en el Palacio de Liria. Hoy tenía Mariano la agenda libre, o todo lo libre que la puede tener un presidente. Tienen muchas cosas que celebrar. No ha habido ningún escándalo en 21 años que enturbie la paz familiar, salvo aquella colleja que dio a su hijo menor, y que demostró que el presidente es un padre como cualquier otro. Juan criticó los comentarios del vídeojuego FIFA a los que ponía voz Manolo Lama. A Viri no le hizo gracia alguna que se viralizase la famosa colleja, pero no trascendió su malestar.
Más grave fue el altercado protagonizado por un joven de 17 años que propinó un puñetazo a Rajoy, resultó ser pariente de Elvira, concretamente hijo de una prima suya. La famlia votaba al PP, como Elvira.
El hijo mayor de Rajoy tiene 19 años y estudia ADE y Relaciones Internacionales; es tan alto como su padre. El menor, de 12, lleva camino de serlo. Junto a sus padres y el padre de Mariano Rajoy forman una familia sencilla. Estas Navidades las pasa en Sanxenxo, la localidad marinera gallega más de moda entre la jet. Su presencia allí, así como la de otros famosos como María Patiño, hace subir los precios de las consumiciones de un lugar de vacaciones ya caro de por sí.
Mariano, que jugó al baloncesto en su juventud, solo practica el deporte de la caminata a buen ritmo. Su mujer, que tiene una buena figura, gusta de acompañarle, pero si no lo hace más es por miedo a los reporteros. No le gusta nada ser centro de atención. En Telefónica, donde trabajaba, la recuerdan como una mujer sencilla, de trato cercano, trabajadora y muy inteligente. No se deja arrastrar por las tiranías de la moda, y le encanta vestir ropa cómoda. Si tiene que ponerse tacones, se los pone. Los trajes de chaqueta, las faldas lápiz, y la combinación de colores blanco y negro son su debilidad. Al contrario que otras políticas como Esperanza Aguirre, suele peinarse ella misma. Aunque tal vez hoy haya recurrido a los servicios de una peluquera para estar guapa para su marido.