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Inés Arrimadas vota con una mano y con la otra agarra la de su marido

  • Amor y política en las elecciones catalanas

Silvia Armesto

Inés Arrimadas fue la última candidata en votar el jueves. Algunos le gritaban: ¡Presidenta, presidenta!. El miércoles , v´sipera de su triunfo en las urnas, la habían insultado por la calle cuando paseaba con su marido, el ex nacionalista que además de su amor por la ciudadana Arrimadas le ha dado su voto. Ella no se separó de él a su llegada al colegio electoral de Les Corts.

No gobernará pero tiene más dipuados que años. A sus 36, la portavoz de Ciudadanos en el Parlament y candidata a la Generalitat se ha convertido en el azote de los independentistas. Pero Inés Arrimadas es mucho más que una política de moda. Es cierto que Xavier Cima llegó a ser militante y diputado de la desaparecida Convergència de Artus Mas. Pero ahora el sapo es un príncipe para la candidata de Ciudadanos, lo cual, además de muy humano, es muy romántico. Es su apoyo en lo personal, y lo decimos literalmente: su abrigo blanco, su vestido granate, maquillada por un profesional, como una estrella de cine, y como peinada por el mismísimo Vidal Sasson componían un estilismo digno de pasarse a cámara lenta una y otra vez. Pero sobre todo por una razón: votó con una mano y con la otra agarraba la de su marido. No se soltó ni para votar. Amor puro, política pura.

Arrimadas se preocupa por su imagen, como es lógico. No solo cuida su look, también cuenta con un nutricionista que le ayuda a llevar una vida sana y sigue sus consejos a diario: fruta, verdura, huevos pero, sobre todo, comida hecha en casa. Inés ha emprendido una particular batalla contra la comida procesada y se dedica a realizar sus propios batidos caseros, pan integral, bizcochos, yogures... Vamos, que está hecha toda una cocinillas. Eso sí, no perdona una cenita japonesa de vez en cuando o una buena tortilla de patatas.

Andaluza de Jerez, es licenciada en Derecho y en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Sevilla. Es la pequeña de cinco hermanos, europeísta, emprendedora, culé perdida y admiradora de Guardiola: "Llevaba la carpeta del colegio forrada con sus fotos", le confesó a Bertín Osborne este miércoles. Hizo un Erasmus en Niza y viajó por el mundo con un novio con el que convivió siete años. Hace un año que se casó con Xavi Cima, diputado de la antigua Convergencia.

Lejos del Parlament, Inés es una enamorada de Barcelona y del deporte, que practica varios días a la semana. El mejor remedio para liberarse de la tensión que acumula gracias a Puigdemont y compañía es una buena sesión de gimnasio, que suele compartir con sus seguidores en las redes sociales, donde es muy activa.