Paquirrín ya no se pone como el Kiko: pierde 30 kilos en 90 días

El hijo de Isabel Pantoja escribe en su Instagram: "La mejor decisión de mi vida" junto a dos imágenes suyas en las que aparece antes y después de operarse para hacerse una reducción de estómago. Los evidentes resultados saltan a la vista. Una buena noticia no solo para él, que necesitaba perder peso no solo por cuestiones estéticas, si no para su mujer y sus hijos. ¿Se pondrá pelo ahora como el padre de Tamara Falcó, Carlos Herrera, Casillas o José Bono?

Ya veremos. De momento, ha acertado plenamente con su determinación de comer menos, como el reconoce. El hijo de Isabel Pantoja estaba tan gordo que su salud le exigía una drástica decisión: adelgazar como fuera. Dado que no es una persona con la voluntad y la disciplina suficientes como para cambiar sus malos hábitos alimenticios y tampoco es lo que se dice un amante del deporte, optó por tomar el camino más corto entre el sobrepeso al que se enfrentaba y la necesaria pérdida de peso que le permitiera salir del umbral de la obesidad mórbida: operarse.

Dicho y hecho. A finales de julio se sometió a una operación de reducción de estómago. El cambio comenzó a hacerse evidente apenas unos días después de la intervención. Y el propio paciente se encargó de exhibir en las redes la evolución de su tripa excesiva, que ha ido menguando de forma apreciable.

Parece que su mujer, Irene Rosales con la que está esperando su segundo hijo, le está metiendo en vereda y no solo en cuestiones profesionales sino en las estéticas. Si su faceta profesional empieza a despegara, consiguiendo importantes contratos con compañías especializadas en el tipo de música al que él se dedica, ahora ha dado un giro a su vida y dicen quienes están cerca de Kiko que está muy motivado con su nuevo tipo, con menos redondeces, y que le encanta presumir de cómo le va quedando la ropa. Por cierto, que ha tenido que dar a los pobres toda la que tenía menos algunas camisetas y otras prendas que ha querido conservar por razones sentimentales porque no le vale nada: camisas, cinturones, americanas (apenas tenía) y hasta zapatos y zapatillas le quedan gigantes.

Con solo 33 años, llevaba varios arrastrando serios problemas de gota, agravados sin duda a causa de su sobrepeso. La una reducción de estómago a la que se sometió Kiko hace casi tres meses se llevó a cabo mediante una técnica laparoscópica que consiste en colocar una especie de cinta en el estómago que, además de reducir su tamaño, disminuye el hambre. En España este tipo de operaciones cuestan alrededor de 10.000 euros. "Hoy es el comienzo de un gran cambio que se avecina....prontito lo veréis familia", decía el 17 de julio en las redes sociales.

Sin duda, Kiko se fijó en su prima Isabel, con la que tiene una estrecha relación. Paquirrín se realizó la misma intervención a la que Rivera acabaría de someterse hace 7 años y perdió casi 30 kilos combinando la intervención con una estricta dieta con deporte.

Tres meses después de pasar por el quirófano, el milagro podemos observarlo gracias al generoso exhibicionismo del hermano de Chabelita, que parece disfrutar compartiendo con sus seguidores su nueva y estilizada figura, tal y como puede comprobarse en la fotografía que el DJ colgó este martes en su Instagram con un elegante traje.

Esperemos que además de quedarle bien la ropa, se haya curado la gota que padecía, y hasta la hipertensión

Razones no le faltan para pensar en adoptar un estilo de vida sano. Primero, porque ha ganado en autoestima, como podemos ver por lo que presume. Pero tabién por sus hijos, sin duda, uno de los principales motivos para esta nueva etapa saludable de su vida.

En otras imágenes recientes Kiko publicaba en sus redes sociales su paternidad, orgullos, besando a su hija, y escribía: "Llegar a casa después de 8 horas de furgoneta y ver tu cara....no existe nada mejor en el mundo!".

Recordemos que el hijo de Paquirri e Isabel Pantoja además de la reducción de estómago, también ha tomado otras decisiones importantes para mejorar su salud, como dejar de fumar y empezar a hacer deporte. De momento, la mítica barriga parece haber pasado a la historia.

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