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Cameron hará abuelos a sus padres, Michael Douglas y Diandra, y se muda a Hollywood con su profesora de yoga

  • Dicen que ella está embarazada

Martín Alegre

Diandra Luker, ex mujer de Michael Douglas, ha pasado un verano discreto en Mallorca, asistiendo a muy pocos actos sociales con la excepción del torneo benéfico de polo que celebran cada año Ninone y Christian Völkers, el magnate alemán, rival directo de Matthias Kühn, pareja intermitente de Norma Duval, en el negocio del mercado inmobiliario de lujo.

Allí se la ha visto más relajada que en los últimos años, sobre todo porque Cameron, su hijo mayor, fruto de su matrimonio con Michael Douglas, lleva un año en libertad después de pasar otros ocho en prisión por consumo y trafico de drogas.

Cameron vive en este momento en Nueva York y tiene muchos planes, quizá demasiados, ya que escribe poemas, prepara un libro, está en una agencia de modelos y quiere irse a vivir a Los Ángeles, donde ya ha hecho dos casting para retomar su anterior y más que breve carrera de actor. Por cierto que su padre y su esposa, junto con sus medio hermanos viven en California. Cameron mantiene una excelente relación con la familia: en la imagen de Instagram le vemos con su medio hermano Dylan en Manhattan hace apenas 24 horas.

Sus padres confían en que a sus casi 40 años Cameron haya madurado lo suficiente para haber aprendido la lección de su duro encierro. Pasó dos años en aislamiento sin ver a su familia por reincidir en el consumo de drogas, además de las palizas que recibió de otros reclusos.

A sus progenitores no les hace mucha gracia que Cameron se meta en el complicado mundo de Hollywood pero confían mucho en la relación que mantiene su hijo con Vivianne Thibes, una profesora de yoga de 38 años de origen brasileño, con la que empezó una terapia intensiva nada más abandonar la cárcel y que podría estar esperando un hijo y hacer abuelo a Michael Douglas a sus 72 años, y bisabuelo a Kirk, leyenda viva del cine a con un siglo a sus espaldas.

Estos días, Diandra ha viajado a Suiza con sus hijas y su novio desde hace unos años, el brasileño Paolo Oliveira, pero regresará a Mallorca para acabar sus vacaciones y para hablar con un posible comprador de la finca mallorquina de los Douglas, el único que se ha interesado hasta ahora por la impresionante propiedad en la costa de Vallemosa, rebajada a 25 millones de euros, como adelantó Informalia en exclusiva, cuando hace dos años, sus propietarios pedían casi 40.

Cameron lleva tatuadas las caras de su padre y su abuelo en el cuerpo, como se puede apreciar abajo.