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Estíbaliz Sanz, de sex symbol a tener que posar desnuda o recibir una proposición indecente
Informalia
La historia del clásico 'juguete roto' de la fama tiene a veces jugadas que el destino esconde. En los años noventa Estíbaliz Sanz fue una de las mujeres más deseadas, con una figura envidiable y carne de cuché. Ganó dinero, vendió exclusivas, promocionó marcas. Pero luego vinieron el despilfarro, las drogas y una depresión de la que logró salir a duras pena y solo gracias su hijo pequeño.
Pero Estíbaliz no se rinde y ha concedido una entrevista a la revista Lecturas donde relata su impresionante lección de coraje. "Estuve tres meses en el hospital, sin trabajo, sin paro y teniendo que sacar a mi hijo adelante. Son muchos problemas los que me calientan la cabeza. Voy cada día a echar curriculums y no me llaman", se lamenta.
"Se piensan que no sabes hacer nada y eso no es así. A mí no se me caen los anillos por trabajar en cualquier sitio, en una fábrica, de barrendera", comenta en la revista. "Yo llegué a dejarle 24.000 euros a un amigo que no me devolvió y ahora soy yo la que necesito ayuda, pero no me la dan. Hubo tantos malos momentos...Todos fueron antes de tener a mi hijo. Pensé en quitarme de en medio. Solo tenía a mi familia, pero se volcaron conmigo".
Recibió una proposición indecente por mucho dinero, pero siempre dijo no: "Por 40.000 euros. Pero, ante todo, dignidad. La primera vez que me llegó una oferta fue por una mujer muy conocida. Me dijo que tenía una amiga que llevaba azafatas en congresos. Inocente de mí me lo creí y la llamé. Era para acompañar a hombres y les dije que no volvieran a llamarme jamás".
Lo que si hizo a principios de los años 2.000 fue posar desnuda para la revista Interviú, donde sacó un dinero que le ayudó. Pero ahora no cuenta con esa oportunidad, aunque tal vez ahora le llegue, o tal vez un programa donde contar sus penas.
Dice que le encantaría concursar en Supervivientes: "El año pasado me quedé a las puertas. Me ayudaría a perder kilos. Ahora estoy en 70 kilos. ¡Dios mío! ¡Qué horror! Es que la vejez la llevo muy mal".
Como causante de sus males acusa a Pocholo Martínez Bordiú. "No he vuelto a tener ningún trato, ni querría tenerlo. Fue una experiencia muy negativa. Dejé la relación cuando más fuerzas tenía".