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La otra obsesión de Theresa May


    Informalia

    Este jueves, la hasta ahora primera ministra británica se enfrentará al laborista Jeremy Corbyn en unas elecciones que marcarán el destino de Reino Unido. Theresa May tiene el objetivo de continuar al mando del gobierno británico. Sin embargo, ésta no es la única obsesión de la política. Ella también quiere ser como Cara Delevigne.

    La fijación de May por la modelo se representa en sus estilismos y, en alguna ocasión, hasta su peinado lo demuestra. Hay más: el vestido que llevaba la política en su retrato oficial lo ha llevado en público la actriz de Ciudades de papel.

    Catalogada como la nueva Dama de Hierro, cuenta con un perfil ideológico similar, pero además, según han escrito consumados cronistas parlamentarios de la City, posee también carisma suficiente como para hacerse respetar. Pero no todo es clásico, serio, recto y previsible en ella.

    Theresa May nació en Eastbourne y estudió en un colegio privado. De allí pasó a Oxford. En la universidad conoció a su marido, Philip May, el hombre cuyo apellido suena ahora en el Parlamento: Philip es un banquero dos años menor que la primera ministra. Llevan juntos y casados 36 años (él tenía solo 23 cuando se casó) pero no han tenido descendencia.

    Theresa también tiene algo en común con otra dama de hierro europea: es hija de un vicario, como la alemana Angela Merkel. Con semejantes referencias (Merkel y Thatcher), pocos dudan de la firmeza y el talante de esta geógrafa de 60 años.

    Si bien su experiencia política es intachable, no es en lo único que destaca. Tan admirados casi como sus discursos son sus estilismos. Tanto es así, que es considerada como una de las políticas más elegantes del momento. Siempre impecable en sus looks, a May le gusta mezclar sus trajes sobrios con complementos llamativos y atrevidos. Sin embargo esta pasión confesa por la moda no le convierte en un personaje banal y frívolo.

    No obstante, y esto no ha pasado desapercibido para los medios británicos, especialmente desde que ocupa cargos públicos de relevancia, ha sido muy comentada la extraordinaria similitud entre los estilismos de la persona encargada de guiar la salida de Europa de la quinta economía del mundo y su compatriota, la jovencísima y a veces controvertida modelo y actriz Delevingne. Si les queda alguna duda o les parece un chiste, por favor examinen las imágenes, que no están en absoluto manipuladas. ¿Hay obsesión o al menos una inusitada y sorprendente imitación de estilo?