Karlos Arguiñano: "He tenido amigos de ETA y otros a los que la banda terrorista asesinó"

El cocinero ha realizado una entrevista en la que no ha tenido pelos en la lengua para hablar de temas de lo más controvertidos, como el independentismo vasco o ETA: "He tenido amigos de ETA y amigos a los que la banda terrorista asesinó", ha desvelado.

A sus 68 años es uno de los cocineros más carismáticos de la gastronomía española. Aliña sus platos con chistes y canciones que hacen las delicias de sus seguidoras, pero a veces, y sólo a veces, Karlos Arguiñano deja a un lado el buen humor y se pone serio. Eso le pasó en el programa Fora de sèrie (TV3) donde habló con Gloria Serra de los años más oscuros del País Vasco, su tierra: "Yo decía siempre en television: '¿Por qué un día no juntáis las armas, si son muchas en dos camiones y si son pocas en dos furgonetas, os vais a un stop, las dejáis allí y decís que ya está?' Hemos dejado la violencia a un lado y ahora tenemos que llevarnos muchísimo mejor".

Y añadió que ahora todos se enfrentan a una nueva etapa: "Ha habido mucho dolor. Va a costar pero tenemos que ir limando asperezas entre todos. La violencia la hemos dejado a un lado pero tenemos que llevarnos mucho mejor. Ahora esa historia está en marcha". Además, ha confesado: "Yo he tenido amigos de ETA y amigos a los que ha matado ETA. Me he comido marrones de una manera bestial".

Uno de esos "marrones" fue en noviembre de 2004. Karlos Arguiñano y Martín Berasategui fueron llamados a declarar como testigos en el caso del llamado "impuesto revolucionario" de ETA. En aquella época, la banda terrorista exigía a los grandes empresarios vascos una cuota anual con la que ellos se financiaban. A diferencia de ellos, sus compañeros Juan Mari Arzak y Pedro Subijana sí fueron formalmente acusados tras las declaraciones del presunto etarra José Luis Beotegui, que aseguró que ellos habían hecho efectivos pagos de 12 millones de pesetas, unos 72.000 euros.

En 2007, el Diario Vasco publicó que el etarra De Juana Chaos se había hospedado en el hotel-restaurante de Karlos Arguiñano en Zarauz en su huida de la justicia tras cometer más de 25 asesinatos. El equipo de comunicación del cocinero lo negó tajantemente.