Pippa Middleton ya es la señora de James Matthews: imágenes y detalles de la boda

Pippa Middleton quería una boda familiar, privada y sencilla y lo ha conseguido a medias. Pero sabía que como hermana de la que será un día reina de Inglaterra nunca podría casarse como cualquier otra chica de la alta burguesía. La expectación este sábado a las 12 de la mañana, ante la iglesia de Saint Marks, una joya del siglo XII, era máxima.

Esta parroquia situada a 80 kilómteors de Londres, perteneciente al condado e Berkshire, a sólo 11 kilómetros de Buclkebury, la casa familiar de los Middleton, se encontraba blindada a fotógrafos y curiosos. El párroco comentó en su día que una boda es un acto religioso que debe estar abierto a todos los fieles, pero la consideración de que los príncipes y sus hijos están en la línea directa de la sucesión al trono y requieren seguridad máxima ha pesado más que las normas de la Iglesia Anglicana.

La presencia de los príncipes Guillermo y Kate, además del príncipe Harry, ha sido argumento suficiente para impedir que los fotógrafos entraran en el templo. De todas formas, la prensa ha podido inmortalizar la llegada de la novia y su precioso vestido nupcial, con cuerpo de encaje y manga corta, firmado por Giles Deacon, y valorado en más de 11.000 Euros, un traje sencillo y elegante como toda la imagen habitual de Pippa Middleton.

La prensa también ha captado la llegada de los hijos de Catalina y Guillermo, los pequeños príncipes Jorge y Carlota, que hacían de pajes en la ceremonia, algo que preocupaba a su madre, con miedo a que los niños hicieran alguna trastada en la iglesia al ser tan pequeños y poco acostumbrados todavía a las ceremonias. Jorge vestía pantalones bombachos en seda verde y camisa con lorzas; su hermana, vestido blanco con lazada rosa palo y una diadema de flores.

Kate y Guillermo han llegado a Saint Mark conduciendo el príncipe su propio coche y han ocupado sitios de honor en el templo, que sólo tiene capacidad para 150 personas. El resto de los invitados han sido acomodados en la sacristía. La duquesa de Cambridge ha vestido un modelo de gasa en rosa con tocado a juego.

Pippa Middleton es una experta en organización de eventos, el negocio que ha hecho ricos a los Middleton. Su boda tenía que ser perfecta, sin aparente ostentación pero también elegante y divertida.

El jardín de la finca familiar, donde la nietas del minero, Kate y Pippa, pasaron su adolescencia, ha sido el sitio elegido para instalar una enorme carpa de cristal traída de Bélgica, con una superficie de 18 hectáreas, capaces de acomodar a los 300 invitados. Pippa eligió el catering The Admirable Crichton para el almuerzo y encargó 300 botellas de champagne francés para acompañarlo. Se estima que el coste de la boda alcanza los 300.000 euros.

Sin embargo, el plato fuerte de este celebración ha sido la presentación en sociedad y para la familia de la novia del príncipe Henry, Megan Markle.

La actriz, de 35 años, la misma edad que la novia, no debería haber estado en la boda, dado que todavía no es la prometida oficial del hijo menor de Diana de Gales, pero Guillermo y Kate (y Harry), han insistido para que Pippa se salte la regla de invitar solo a parejas comprometidas (bring with ring) y Megan ha sido "perdonada", para poder acompañar a Henry y apoyarle en esta relación, que este sábado se ha hecho oficial a todos los efectos. Megan Markle dejó el rodaje de la serie  para asistir al enlace del que saldrá sin duda el anuncio oficial de su compromiso con el príncipe Enrique.

Pippa y James Matthews se casan después de dos años de noviazgo y alguna ruptura anterior. El novio es hijo de un importante empresario del automóvil, que se hizo inmensamente rico con un resort en la isla de Sainbt Barth, el mejor del Caribe y ahí será donde los novios irán de luna de miel. El cuñado de Kate Middleton gestiona fondos de inversión y es un deportista que practica esquí extremo y corre supermaratones.

También las cámaras se han fijado en Spencer atthews, hermano del novio, un conocido play boy, carne de reality y considerado uno de lo solteros de oro del Reino Unido, que ha presumido públicamente de haberse acostado con más de 1.000 estupendas mujeres. En la boda parece que no estará acompañado por una modelo irlandesa, Vogue Williams, con la que vive una relación desde hace varios meses. Su papel en la ceremonia, como best man, una especie de padrino que cuida que todo salga a la perfección, no le permite distracciones. Otra cosa es la fiesta posterior al banquete, donde habrá baile y DJs de última generación.

Entre los invitados más conocidos, Eugenia de York, hija del príncipe Andrés y Sara Ferguson, el tenista Roger Federer y su esposa Mirka Vavrinec, amigos de Pippa, una entusiasta del deporte.

Sin duda algunos de los protagonistas de esta boda dedicaron algún momento a pensar en Diana de Gales. El 31 de agosto se cumplen 20 años de su trágico accidente en el Puente del Alma de París. 20 años no es nada.

Carole Middleton y su hijo James

Los príncipes Guillermo y Enrique (sin Kate ni Megan) a su llegada a la boda.

La novia en el carruaje a su llegada, con su padre.

Otra imagen de Pippa, del brazo de su padre

Catalina se ríe ante el llanto de su hija Carlota

La novia antes de casarse ante los cientos de flores que decoraban el evento