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Susana Díaz vence en su campaña contra el sobrepeso: ha perdido ocho kilos

  • La importancia de la imagen en cu carrera hacia Ferraz

Informalia

Susana Díaz está pasando un calvario personal de consecuencias imprevisibles, y no es solo porque sea del Betis ni porque esté de campaña. Como tantas personas por esta época, se ha puesto a régimen y eso, aunque lo niegue, la tiene de los nervios. Solo su disciplina y su férrea voluntad la han mantenido esta Semana Santa (de la que es una apasionada) alejada de las torrijas. Pero ahora llega la Feria de Abril, y en las caravanas de campaña se come fatal y a deshora. No es el sitio ideal para hacer una dieta en condiciones. Aun así, la presidenta de los andaluces ha perdido kilos, dicen en su entorno que casi ocho, en apenas dos meses, por lo menos una talla y va a por otra: es su primera victoria. Arriba, en la foto, Susana Díaz, a finales de marzo, durante su presentación como candidata a la secretaría general del PSOE, en Madrid. Abajo, antes de empezar el régimen.

Licenciada en Derecho por la Universidad de Sevilla. Estudiaba y trabajaba dando clases particulares y vendiendo productos de cosmética a domicilio, por lo que tardó 10 años en terminar la carrera. También es diplomada en Alta Dirección de Instituciones Sociales por el Instituto Internacional San Telmo. Está casada desde hace 15 años con José María Moriche, empleado de una librería y costalero del Cristo de las Tres Caídas, más conocido como 'El Tieso'. 

Enfrentada a los esbeltos Pedro Sánchez (45) y Patxi López (57), Susana cuenta con la ventaja de que es más joven que sus contrincantes y eso se supone que hace más fácil llevar a cabo con éxito un régimen de adelgazamiento. Pero sus rivales en las primarias no han dado a luz un niño hace menos de dos años, y ella sí. Además, Susana es dada a coger peso, según ella misma ha comentado. Como podemos ver en las imágenes de abajo, Díaz nunca fue una persona especialmente delgada, ni siquiera de joven. En la imagen de su boda tiene apenas 27 años.

Pero la coquetería humana ayuda a veces y mucho más si los asesores de imagen así lo aconsejan. "Estar más delgado o delgada ayuda a un candidato siempre porque ofrece una imagen más saludable, aunque no es determinante", explica Isabel A., responsable de una empresa de representación de artistas, comunicación e imagen.

Ahora que la expresión 'hacerse la rubia' se ha puesto de moda gracias a la no muy afortunada frase de Cristina Cifuentes, podemos observar que en las últimas apariciones públicas Susana Díaz ha cambiado el tono de su pelo hacia más oscuro, con lo que parece menos rubia. Sin duda, otro de sus pasos de cara al choque con Sánchez y López.

"El movimiento de imagen llevado a cabo por la presidenta andaluza tiene como objetivo buscar mayor credibilidad, seriedad: no es solo el pelo o los kilos. Su tono institucional en los discursos tiene un claro reflejo en su modo de vestir, con menos vaqueros y más traje pantalón, más vestida", explica la experta consultada por Informalia una vez ha comparado las fotografías más recientes de Díaz con las de hace apenas unos meses. 

Atacada en alguna ocasión por exhibir estilos informales para ocupar un cargo de tanta relevancia institucional, la presidenta autonómica ha escuchado los consejos de sus asesores y ha comprendido que para dar el salto a la política nacional tiene que recordar cómo Felipe González cambió la pana de los primeros años por el traje gris marengo que lució cuando asumió el poder.

Susana es trianera, hija de un fontanero del Ayuntamiento de Sevilla y de una ama de casa, y la mayor de cuatro hermanas.

Comenzó en el mundo de la política con sólo 17 años. Ingresó en las Juventudes Socialistas y poco después fue elegida secretaria de Organización de las Juventudes Socialistas de Andalucía.