Adrián Hinojosa: el mundo taurino despide al niño que quiso ser torero

El niño valenciano que se ganó el cariño de los toreros por su amor hacia el mundo taurino falleció este sábado a los 8 años a causa del cáncer que padecía. Tras su muerte, los diestros le han dedicado unas sentidas palabras en las redes sociales. Se ha ido uno de ellos.

Adrián, que sufría Sarcoma de Ewing (un tumor maligno que afecta a los huesos y a los tejidos blandos del cuerpo) se vio envuelto en una desagradable polémica durante el pasado mes de octubre. En aquel momento, el pequeño fue el gran protagonista de un festival a beneficio de la Fundación Oncohematología Infantil del Hospital Niño Jesús, celebrado en la plaza de toros de Valencia.

El niño hizo el paseíllo y salió a hombros del ruedo. Además, expresó su sueño de ser torero. Él les veía como héroes y se fijaba en ellos para luchar contra la enfermedad. Su amor hacia el mundo del toro le llevó a ser foco del odio de los antitaurinos, quienes le desearon la muerte en Twitter con mensajes inhumanos.

Fue entonces cuando el mundo del toro se unió para arropar al pequeño con el hastag #AdriánTeVasACurar, como ahora ha vuelto a hacer para brindarle una despedida de héroe. Uno de los más afectados por su muerte fue Enrique Ponce. El diestro se despidió de su amigo con unas bonitas palabras: "Imposible contener el dolor tras la pérdida. Nos deja un torero, un valiente luchador, ejemplo para todos. Mi más sentido pésame a la familia en estos durísimos momentos", escribió.

En la misma línea, José Tomás también se acordó de Adrián: "Hoy brilla una estrella más en el cielo, hasta siempre TORERO, has sido y serás un ejemplo de lucha. Seguro que allí arriba sigues disfrutando de tu pasión".

Más extenso en su dedicatoria fue Manuel Díaz El Cordobés, que dedicó un texto al pequeño: "Ahora que he pasado el shock inicial al conocer que nos has dejado, quería darte las gracias por soñar y hacernos soñar. Gracias por sonreír y perdonar a los que deseaban mal. Gracias por tu lucha constante. Ya estás en el cielo, junto a los grandes maestros. Has llenado de luz con tu presencia y ahora tu ausencia nos deja un poco en la oscuridad por perder un referente de superación inigualable. Como padre, pienso además en los tuyos. Supongo que perder a un hijo es un ataque directo al alma y les abrazo con todo mi corazón. Échanos un capote desde el ruedo inmenso de la eternidad, torero".