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Pilar Medina Sidonia, destrozada tras la exhumación de su padre: "Que anden con su cadáver es muy desagradable"


    Informalia

    Este jueves fue uno de los días más angustiosos para la hija de la duquesa roja y Leoncio González de Gregorio. Los restos mortales de éste fueron exhumados por orden del juez en el cementerio de Quintana Redonda (Soria), y su hija Pilar no quiso asistir: "Me lo han descrito y no lo hubiera podido soportar porque es de una dureza absoluta".

    Pilar Medina Sidonia está destrozada. Este jueves fueron exhumados los restos mortales de su padre, Leoncio González de Gregorio, una situación muy complicada de asumir: "Es un día muy triste para mí. Que anden con el cadáver de tu padre es muy desagradable. Llevo todo el día muy afectada, mirando las fotografías que tengo de él", ha confesado al diario ABC.

    La tristeza de la hija de la duquesa roja se mezcla con la indignación: "Lo que nunca entenderé es por qué Rosario Bermudo no presentó la demanda en vida de mi padre, ya que murió hace solo ocho años y ella asegura que lo sabía de toda la vida. Independientemente del resultado, no se lo perdonaré nunca. Ha tenido muchos años para pedir esa prueba, más de cuarenta, y no hacía falta llegar a este extremo tan doloroso".

    Además, Pilar cree que las intenciones que mueven a Rosario, quien asegura que es el fruto de una relación entre Leoncio y una sirvienta, son meramente económicas: "Están claras. Su abogado también quiso incluir la herencia de nuestra madre, de ahí que fueran a Sanlúcar a interesarse. Su sorpresa fue que mis padres se habían casado en régimen de separación de bienes. De no haber sido así estarían pidiendo también ese dinero". Y añade: "Ahora hay que esperar, puede que tres meses, para conocer el resultado".

    La lucha de Rosario Bermudo contra los Medina Sidonia comenzó hace ya tres años. Ella interpuso una demanda de paternidad para demostrar que era hija de Leoncio González de Gregorio, quien había mantenido una fugar relación con su sirvienta. Sus tres hijos, Leoncio, Gabriel y Pilar, se negaron en un principio a realizarse las pruebas de ADN y cuando cambiaron de opinión con el fin de evitar la exhumación del cadáver de su padre, el juez ya había dictado la orden. Se llevó a cabo ayer, en el cementerio de Quintana Redonda (Soria).