La firma de joyas Suárez sufrió otro robo mucho peor que el de los Goya
- En la tienda en la que Urdangarin compró el anillo de pedida de Letizia
Informalia
La firma de joyas Suárez ocupa los titulares muy a su pesar a causa de la desaparición de pendientes, sortijas, gemelos y relojes que la marca había prestado a varias estrellas de la gala de los Goya para que las lucieran en la alfombra roja. El presunto robo sin embargo no alcanza una cifra escandalosa: se trata, según la denuncia, de objetos por un valor total en torno a unos 30.000 euros. Pero hace años la marca propiedad de Emiliano Suárez sufrió un atraco terrible. El hijo del propietario, el mediático director de márketing de Aristocrazy, otra compañía de la familia, estuvo el sábado en los Goya, y fue fotografiado en una fiesta privada después de la gala con su mujer, la actriz Carola Beleztena.
No es la primera vez que esta familia es víctima de los cacos. En mayo de 2004 fue atracada una de sus tiendas de Barcelona, en concreto la que está en el número 82 del Paseo de Gràcia. Los ladrones, ex militares de origen albano-kosovar, asaltaron en dos minutos el local y se llevaron un botín de alhajas y relojes valorado en millón y medio de euros.
Aquel suceso fue mucho más terrible y no solo por el valor de la cantidad sustraída sino porque fue muy violento. En aquella ocasión no se trató de una operación de guante blanco ni mucho menos: el propio Emiliano Suárez, propietario de la joyería, explicó que uno de los asaltantes, llevaba un arma de fuego. Irrumpieron en la joyería y obligaron a los trabajadores a traerles varios relojes y alhajas, entre ellas brillantes, perlas y coral piel de ángel.
Mientras uno de los atracadores reducía al guardia de seguridad, el otro se apoderó de joyas y relojes, que cargó en varias mochilas. Posteriormente, huyeron en un vehículo de gama alta que les esperaba a las puertas de la tienda. Emiliano Suárez contó entonces que los atracadores "sabían muy bien lo que querían" y dijo que eran "muy peligrosos y estaban muy bien preparados".
Los Suárez reforzaron desde entonces las medidas de seguridad de sus joyerías, según afirmaron. Pero parece que en en el caso de los Goya no esperaban el golpe.
Se da la circunstancia de que en esa joyería de Suárez de Barcelona, la que fue atracada, Iñaki Urdangarin adquirió el 4 de noviembre de 2003 el anillo de pedida de doña Letizia Ortiz, una alianza de oro blanco con brillantes. El entonces duque de Palma lo compró, por encargo de su cuñado el entonces príncipe de Asturias.