Belleza

¿Harto de piercings? Di adiós a los agujeros sin pasar por quirófano


    Informalia

    Errores de juventud por vaivenes de la moda, pero también cambios en el estilo de vida y exigencias profesionales obligan a la corrección de perforaciones y dilataciones que no pasan desapercibidas. Lo mismo ocurre con las deformaciones del lóbulo por el paso de los años, el peso de ciertos pendientes o los liftings mal resueltos en una zona crítica como la unión mejilla-oreja.

    Pendientes pesados, dilatadores y piercings son causas de deformaciones comunes y ahora pueden resolverse sin pasar por un quirófano para devolver a la oreja su aspecto original sin cicatrices aparentes. Junto con la reconstrucción del lóbulo elongado por envejecimiento o por desgarros accidentales, constituye una micro-intervención con una demanda cada vez más creciente.

    El crecimiento del pabellón auditivo que se produce con la edad, así como el aspecto flácido de un lóbulo alargado por la acción de la gravedad, constituyen motivo creciente de consulta y conforman un cuadro que es posible solucionar con dos pequeñas intervenciones que el Dr. Chamosa practica de forma ambulatoria.

    Esta cirugía mínimamente invasiva y altamente eficaz, persigue reconstruir piercings o perforaciones de mayor calibre, restableciendo la continuidad de la piel. El Piercing Reverse consiste en retirar el fragmento epidérmico que conforma las paredes del orificio por dentro, para sellarlas de nuevo con una mínima sutura en sentido transversal, gracias a la rica vascularización de la zona. El especialista comienza realizando un diseño personalizado de cada oreja con un rotulador quirúrgico que marca la guía de la incisión tanto en la parte interior como posterior del lóbulo.

    A continuación y con un bisturí de hoja muy aguda, se retira la piel en el interior de la perforación o dilatación, desde la parte de delante hacia la de atrás. Esta maniobra persigue la reconexión de los vasos sanguíneos para la cicatrización del tejido tunelizado. En los casos de desagarro completo, se requiere un rasgado superficial del lóbulo desde el propio orificio hasta el borde de la oreja, que asegura un completo reajuste cutáneo.

    "La clave del éxito reside en el diseño previo. En casos muy complicados, en los que hay que reconstruir el lóbulo por piercings múltiples o rasgado traumático, el ingenio es clave para lograr un lóbulo armónico y bonito. Este tipo de reparación quirúrgica es también válido para piercings en labio, nariz, ceja, pezones, ombligo y genitales externos", explica el doctor.

    Uno de los rasgos más delatores de la edad es el lóbulo elongado, aunque no siempre se corresponda con el aumento que sufren las dimensiones de la oreja al devenir de los años. Los pendientes pesados y la gravedad en efecto, son también causa de un lóbulo sobredimensionado y flácido, que se puede corregir con una sencilla intervención de recorte y ajuste.

    Se trata de rediseñarlo, eliminando el excedente cutáneo por el borde. Realizado de forma ambulatoria, devuelve al lóbulo su forma pequeña y redondeada. Con tres o cuatro puntos de sutura que se retiran a la semana, deja una cicatriz invisible al cabo de cierto tiempo que queda mimetizada con el filo de la oreja.

    Antes de la intervención se realiza un estudio fotográfico para determinar las zonas a tratar. Se precisa un análisis de sangre y un estudio de la coagulación, que asegure la buena salud del paciente. Es recomendable no ingerir aspirinas ni antiinflamatorios 15 días antes a la intervención. Los resultados se aprecian de forma inmediata y en tres meses, la cicatriz habrá desaparecido casi por completo.