Javier Criado, el psiquiatra de Matilde Solís, absuelto de los delitos sexuales

Las denunciantes declararon en su día que el doctor las obligaba a hablar con él de sexo y de sus experiencias en privado con él, y algunas incluso hablaban de tocamientos y de relaciones forzadas. Sin embargo, la Audiencia de Sevilla confirma que han prescrito los abusos supuestamante cometidos por parte del psiquiatra. En total, una treintena de pacientes entre las que se encontraban la ex mujer del duque de Alba, Carlos Martínez de Irujo. Asociaciones de víctimas afectadas por este tipo de decisiones exigen que los plazos de prescripción comiencen a tenerse en cuenta a partir de la fecha de la denuncia.

Matilde Solís (52) ha sido una de las mujeres que ha luchado con todas sus fuerzas, pero no ha podido culminar su cruzada. Este viernes ha trascendido la decisión de la Audiencia de Sevilla, que ha ratificado el fallo de la juez de Instrucción número 19. La magistrada en su día ya decidió archivar y declarar extinguida por prescripción la posible responsabilidad penal del psiquiatra Javier Criado en relación a ocho de los nueve delitos de mala praxis y abusos por los que fue denunciado en diciembre de 2015.

Según la instructora, los hechos descritos en la denuncia "si bien pudieran revestir trascendencia penal, acaecieron en un periodo muy amplio de tiempo que comprende desde septiembre de 1985 hasta enero de 2008 (...) Se superan ampliamente los plazos de prescripción de tres, cinco y diez años previstos para este tipo de delitos".

Matilde Solís, ex mujer de Carlos Martínez de Irujo, duque de Alba, era la cara más visible de las víctimas. Fue ella quien desveló, a través de una carta publicada en su Facebook, que había sido víctima de abusos por parte de Javier Criado, un psiquiatra de gran prestigio y cofrade sevillano al que había acudido en busca de ayuda y refugio profesional en uno de los peores momentos de su vida.

Matilde se casó con Carlos Fitz-James Stuart, duque de Huéscar y por entonces heredero de la Casa de Alba, en la catedral de Sevilla, el 18 de junio de 1988, ante más de mil invitados. Él tenía 39 años y ella, 25. Con este enlace se unieron dos de las familias más aristocráticas. Tres años antes de casarse, los problemas psicológicos de Matilde Solís ya la habían llevado a ser tratada por psiquiatra sevillano.

El 25 de marzo de 1999, Matilde tuvo que ser atendida por heridas de arma de fuego, un intento de suicidio del que ella habla claramente en su carta de denuncia contra Javier Criado, al que acusa de haber desencadenado el estado mental que la llevó a querer acabar con su vida. Matilde y Carlos se separaron un año después. Dos años más tarde, la aristócrata conoció a Borja Moreno-Santamaría, un sevillano diez años menor que ella, empresario agrónomo al que conoció a finales de 2001.

En 2003, se casaron por lo civil. Matilde estaba embarazada de seis meses. Cuatro años después, la pareja celebró su boda por la iglesia, en Madrid, una vez que Matilde obtuvo la anulación matrimonial del duque de Huéscar. En octubre de 2008 se separaron de mutuo acuerdo. Sin embargo luego se enfrentaron en varias ocasiones: Matilde denunció a su ex por allanamiento de morada y fue condenado a 18 meses de prisión. Ahora, Matilde está soltera y volcada en sus hijos, Carlos y Fernando, fruto de su matrimonio con el duque de Alba, y Francisco, de su segunda relación.