Patricia Llosa se consuela con el ex primer ministro peruano, Pedro Cateriano
- Considerado un homófobo radical
Informalia
La mujer de Mario Vargas Llosa vive en su piso de Lima (el mismo que compartía con el premio Nobel), en el malecón Paul Harris, una de las mejores zonas del barrio de Barranco. Más de un año y medio después de que el padre de sus hijos la dejara por Isabel Preysler, parece que trata de rehacer su vida. Desde el pasado mes de septiembre se la relaciona con el ex primer ministro de Perú, Pedro Cateriano, soltero, 13 años más joven que ella y al que no se le conoce pareja estable. El político, amigo también del autor de La Ciudad y los Perros, está considerado por muchos sectores como homófobo por declaraciones como ésta: "La homosexualidad es una enfermedad que se cura con el servicio militar", dijo nada más ser nombrado jefe de Gobierno.
"Patricia Llosa está cada vez más tranquila, así lo noto cuando hablo con ella. Se está adaptando a su nueva situación con mucha fuerza y determinación", declaraba a Abc una amiga limeña hace dos meses. "Está contenta de nuevo en Lima", aseguran amigos de su círculo en la capital peruana. "Le puede dedicar tiempo a su madre, que tiene casi 100 años y desgraciadamente está muy enferma", explican. Olga Urquidi Illanes, la madre de Patricia, es la hermana de la "tía Julia", la primera mujer de Mario, la de La Tía Julia y el Escribidor (Seix Barral, 1977).
Patricia, apoyada por sus hijos y nietos, es uno de los personajes más solicitados por la alta sociedad limeña. Entre sus mejores amigos en la capital peruana se encuentran su amiga de la infancia Charo Chocano de Fernández; el pintor Fernando de Szyszlo y su esposa, Lila; la que fuera ministra de Cultura, Diana Álvarez-Calderón Gallo y sobre todo el ex primer ministro de Perú, Pedro Cateriano, que también fue amigo de Mario.
En su día, Vargas Llosa celebró el nombramiento del político y abogado como jefe del Gabinete Ministerial (antes ocupó la cartera de Defensa), al que definió como "una de las personas más preparadas y, desde luego, más íntegras de la política peruana". El pasado 28 de julio, Cateriano cesó tras el cambio de Gobierno en Perú, no sin antes levantar ampollas por sus declaraciones contra la homosexualidad, que considera "una enfermedad que se cura con el servicio militar".