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Carlos Falcó no cuenta con la aprobación de sus hija Tamara para casarse con Esther Doña

  • Su novia le acompañó en la presentación de su libro, pero no Tamara ni Xandra

Martín Alegre

Tamara Falcó no estuvo apoyando a su padre, el marqués de Griñón, en la presentación de La buena vida, una autobiografía en la que cuenta cómo ha sido a lo largo de su existencia su relación con el vino y el aceite que produce en sus fincas desde hace años. Se trata de algo más que una pasión o una profesión: el marqués ama el campo, los buenos vinos y la producción de un aceite considerado uno de los mejores del mundo. 

La presentación tuvo lugar este miércoles en el Club Siglo XXI de Madrid donde Carlos Falcó contó con la presencia de su inseparable Esther Doña, su pareja de hecho, y con Duarte, su hijo menor de 22 años.

Otra de sus hijas, Xandra Falcó, mano derecha de su padre, y quien lleva en la empresa el negocio del aceite y del vino, llegó a última hora al acto en el que el marqués ha puesto mucho empeño, ya que lleva escribiendo el libro desde hace meses con mucha ilusión. La que no estuvo fue Tamara Falcó, la hija favorita del aristócrata, cuyos problemas con los kilos no le impiden asistir a otras fiestas y actos públicos.

Esther Doña comentaba que la relación con la hija de su amado e Isabel Preysler es excelente: "Es imposible llevarse mal con Tamara", dijo, pero lo cierto es que gente cercana a la familia Falcó asegura que los hijos desaprueban esta relación de su padre, de 80 años, con Esther, de 38, tres mayor que Tamara, que le ha llevado a someterse a distintos tratamientos de rejuvenecimiento, a viajar con Esther por todo el mundo y, como se ve en la última portada de la revista Love, a recorrer las tiendas de lujo del barrio de Salamanca con vistas a comprar joyas y abrigos de piel.

"Los hijos apenas le tratan", cuenta algún familiar que prefiere que su nombre no se publique. Sin embargo, Duarte afirmó en el Club Siglo XXI que Esther Doña le cae muy bien y desea que su padre sea feliz. Por su parte Esther desmintió rotundamente que haya boda este año, como publicó algún medio, y que haya encargado su vestido a Rosa Clará. La diseñadora también aseguró a Informalia que no había recibido semejante encargo ni contacto alguno con Esther Doña. "Este año, desde luego que no, aseguró Esther. El próximo, es posible". Esa boda sería  la cuarta para el marqués de Griñón. De celebrarse, no es probable que asistan sus hijos. Todo apunta a su ausencia en una ceremonia que desaprueban.