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Rocco Siffredi: su hijo Lorenzo también trabaja en el porno


    Informalia

    Lorenzo Tano tiene 20 años, novia desde hace cinco y cursa estudios de audiovisuales. Y qué mejor forma de practicar su profesión que en los rodajes de las películas porno de su padre. "Las actrices siempre se le quedan mirando y me preguntan: 'Pero ¿quién es ese chico? ¿Podemos acostarnos con él?' Pero él siempre me dice que no tienen ninguna oportunidad porque es muy fiel", confiesa Rocco (52), que se muestra orgulloso de que su hijo no se haya convertido en lo que un día fue él.

    El joven es fruto de la relación de Rocco y su actual esposa, Rosa Tassi. Mientras que cursa sus estudios de audiovisuales en la International School de Budapest, Lorenzo colabora en los rodajes de las películas porno de su padre como operador de cámara.

    Tano vive en la misma ciudad donde está su universidad, junto a su novia desde hace cinco años, Laura Medcalf. Esta última también está interesada en el arte, sector en el cual también se está formando en la actualidad. Parece que el hecho de que Lorenzo vaya a los rodajes porno de su padre no está siendo un problema para su relación, pues ambos se dedican románticos mensajes en redes sociales.

    Rocco está muy orgulloso de lo que ha conseguido hasta ahora su hijo. "Tiene novia desde hace cinco años y la adora. Para mí es mi mayor orgullo que no sea como yo. Es lo mejor que podría haberme sucedido", declaró en una entrevista. Aunque no es el único hijo que ha tomado otro camino profesional, y es que Leonardo Tano, también fruto de la relación con Rosa, estudia ingeniería industrial.

    Siffredi, a pesar de haber ganado una gran fortuna en la industria pornográfica con sus más de 1.700 filmes, tuvo grandes problemas de adicción en sus inicios. "Dependía del sexo. Dirigía mi vida. Durante 20 años lo hacía al menos tres veces al día. Y solo cuando quise dejarlo me di cuenta de que no podía. Empecé a ir con prostitutas, viejas, transexuales, cualquier cosa que se moviera", llegó a confesar él mismo.

    Tras estas declaraciones, Siffredi juraba en sus entrevistas dedicarse simplemente a producir y grabar este tipo de películas. Se acabó lo de ser actor y protagonista de algo que lo había "destruido".