Ivana Trump: "Quiero ser embajadora de EE.UU en la República Checa"

La que fuera primera esposa del presidente electo de Estados Unidos quiere ser embajadora y para ello hablará con su ex marido. En concreto, Ivana Trump pretende ser la representante diplomática norteamericana en Praga. A sus 67 años, esta empresaria (multimillonaria tras su divorcio de Trump), y madre de los tres hijos mayores del magnate, sugirió en una entrevistas a The New York Post que su domino del idioma checo, así como la popularidad de la que disfruta en su país de origen pueden ser garantía de éxito. Lo mejor de todo es que el presidente de la República Checa ha expresado ya públicamente a través de un portavoz oficial que le agrada la idea.

Ella no va a ser menos: si la actual mujer del magnate que ha llegado a la Casa Blanca será sí o sí la Primera Dama y sucesora de Michelle Obama o Jackie Kennedy, Ivana pretende llevarse también un trozo de la tarta (más de lo que se llevó cuando se divorció de Trump). Y la idea es ser embajadora.

Ivana nació en la entonces Checoslovaquia en 1949, razón suficiente para que que Zeman, el actual presidente, crea que hará un buen papel en sus relaciones diplomáticas con EEUU. "Quiero ser embajadora", fueron las palabras utilizadas por la ex mujer de Trump (1977-1992), la madre que parió a Donald Junior, Eric e Ivanka. "Es donde nací, hablo el idioma. Soy muy conocida en todo el mundo. No sólo en Estados Unidos. He escrito cuatro libros y se han traducido a 25 lenguas en 40 países", agregó Ivana al periódico neoyorquino.

Muy dada a hablar de lo que le parece sin pelos en la lengua, la presunta candidata a embajadora también se refirió a lo que será la vida del próximo presidente de Estados Unidos en la Casa Blanca: "Creo que la Trump Tower y mi propia casa en Nueva York son bastante mejores que la Casa Blanca. Pero como ha dicho Donald: 'Si otros presidentes han podido vivir ahí...".

De su ex marido asegura que "es como un buen vino francés: no le gusta que lo trasladen y le lleven de viaje", por lo que adelanta que seguirá usando su residencia en Manhattan a pesar de que le 'obliguen' a fijar su domicilio oficial en la Casa Blanca. También cree Ivana que Donald continuará pasando las vacaciones en Palm Beach, Florida, en el Club de campo, Mar-a-Lago, del cual ella posee un 49 por ciento tras el acuerdo de divorcio en 1992.

"En su tiempo libre, Donald seguirá jugando al golf", agregó. "Pero no creo que pueda hacerlo en los primeros 100 días en el cargo, porque trabajará mañana, tarde y noche, lo cual le encanta. Sólo duerme tres horas por noche", desveló la primera mujer del millonario. Ivana dijo además que no está segura de si sus hijos con el millonario metido a político (Donald Jr., Ivanka y Eric) tendrían en el futiro un papel en el gabinete de su padre, después de que tome posesión del cargo a partir del 20 de enero.

La empresaria se refirió además a la buena relación del ahora presidente electo con su actual marido. De hecho, algunos medios han especulado con que Kushner, empresario editor de periódicos, podría estar en la carrera para convertirse en jefe de personal de Donald. The Observer adelantó este viernes que el rotativo del marido de Ivanka podría estar a punto desaparecer, al menos en su edición impresa. 

Sobre Melania, la actual mujer de Donald y flamante primera dama desde enero, Ivana asegura que siente simpatía por ella, así como por el pequeño que tuvo con Donald, Barron, el hijo pequeño. "Tiene 10 años. Todo es muy nuevo para él. Tendrá que cambiar de colegio y de amigos. Va a ser una gran transición para él. Es por quien más siento el cambio de vida que va a experimentar la familia, con seguridad y todo eso ", dijo Ivana.

En cuanto a su oportunidad perdida de ser primera dama, Ivana dice que prefiere seguir siendo 'una civil' y asegura: "No tengo envidia por Melania. Para empezar ella tiene ahora que poner a empaquetarlo todo...", bromeaba, en relación a la pereza que siempre da una mudanza, aunque sea a la Casa Blanca.