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Donald Trump: la historia del megayate que le compró a un jeque saudí


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    La embarcación fue escenario de una de las películas del agente 007. Con 86 metros de eslora y con un helipuerto a bordo, por entonces era propiedad de Adnan Kashoggi, un jeque Saudí amante de las costas españolas. Tras verse envuelto en una serie de negocios fraudulentos, el jeque vendió la embarcación al recién elegido presidente de EEUU, quien pagaba por él por poco más de 28 millones de euros, un precio tres veces menor de lo que valía.

    El megayate fue bautizado por Donald como Trump Princess. Y fue hábil: cambió la bandera para ahorrar impuestos. Mientras que su antiguo dueño usaba la enseña de Panamá, el presidente matriculó su adquisición en las Bahamas. Pero esta no fue la única modificación: redecoró el interior y exterior de la embarcación y fue disfrutada por hasta 22 invitados.

    Poco le duró el capricho, pues Trump arrastraba múltiples deudas que no le permitieron seguir manteniendo a su 'juguetito', el cual albergaba un personal de hasta 30 personas. En 1991, debido a las deudas que arrastraba, tuvo que vender el barco por una quinta parte menos de su valor real.

    Pero el que en otro tiempo fue Trump Princess sigue su rumbo. Ahora en las manos de Al-Waleed Bin Talal bin Abdulaziz al Saud, nieto del Rey fundador de Arabia Saudita que rebautizó el barco como Kingdom 5KR. El magnate, entre otros negocios, posee participaciones en la marca Fairmont, en la aerolínea FlyNas y en una petrolera. Además, tiene una parte del accionariado de EuroDisney, y entre otras cosas, un notable porcentaje de Motorola, Apple y Twitter. Precisamente, a través de esta red social mantuvo un pequeño enfrentamiento con Trump por querer impedir la entrada de musulmanes a EEUU.