Isabel Pantoja se arregla la cara por la boda de su hijo
Martín Alegre
¿Merecen las 40 páginas de ¡Hola! los 150.000 euros que ha pagado la revista por la boda de Kiko Rivera e Irene Rosales? A más de 3000 euros sale cada página aunque no nos cuadran las cuentas. Isabel Pantoja, sin vestigios de su melancolía de presidiaria, aparece en sólo seis ocasiones, más la portada.
Eso sí, guapa, rejuvenecida y no sólo por el photoshop en el que se han empleado a fondo los especialistas, quitándole perímetro a Kiko Rivera y borrando de un plumazo cualquier vestigio del vello facial que va con el personaje.
Isabel Pantoja se ha hecho un arreglito. Sospechas fundadas. La ocasión lo merecía, la boda de su único hijo biológico. Meses de luto y encierro. Preparando el triunfal regreso. Pero ahora entendemos que su reclusión de tantos meses en Cantora no se debía únicamente a la depresión post-cárcel.
Volviendo a los números. Faltan las fotos que justificaban el precio de la exclusiva. Nos falta doña Ana, delicada de salud y muy deteriorada, cuentan algunos invitados, aunque la foto de su bisnieta, la pequeña Ana Rivera Rosales, idéntica a la madre de Isabel, compensa la ausencia de la matriarca del clan.
Echamos de menos la imagen de Agustín, que no sólo no posa con Chabelita, la sobrina despreciada, sino que no se deja ver ni entre los bancos de los invitados. Tampoco hay constancia de ese abrazo que cuentan los testigos, que se dieron los hermanos Rivera, Francisco y Cayetano con Isabel Pantoja. Ni una foto familiar con Pantoja y sus dos hijos Kiko y Chabelita, los tres juntos felizmente reconciliados.
¡Hola! promete más para la próxima semana. A ver si el número siguiente nos reserva el posado familiar al completo. Y el abrazo de Pantoja a Raquel Bollo. O el beso de Luis Rollán a Isabel... En fin, algo que contradiga la frialdad de la que hablan algunos invitados entre Isabel y sus portavoces en los platós. Esperamos, impacientes, menos lágrimas y más morbo.