Los siete pecados capilares que Alba Carrillo (y todas) debemos evitar
- Pelo sano 'in corpore sano'
Informalia
Quemar al secar está considerado como el principal 'pecado capilar' que cometemos contra nuestro cabello. Tal vez la prisa y los horarios de los tiempos que vivimos tengan la culpa. El nuevo secador que ha puesto de moda Alba Carrillo puede ser una herramienta útil para evitar este problema sin pasarnos horas 'enchufadas' pero hay que tener en cuenta otros aspectos.
Pecado 1: quemar el pelo
Con secador 'atómico' o sin él, y aunque utilices el secador para retirar la humedad, no hace falta que lo pegues al pelo. Intenta no utilizar las temperaturas más altas: quemar el pelo es evitable controlando la temperatura y aplicándolo a una distancia prudente. Además, conviene utilizar protectores térmicos para reducir el daño.
Pecado 2: confundir el champú
Tu cabello no tiene por qué ser igual que el de tu hermana o el de tu madre. Y mucho menos que el de tu padre. Cada tipo de pelo requiere unas necesidades distintas y, por eso, la elección del producto importante. Si tu cabello es fino, elige productos que no apelmacen ni aporten peso extra. Por contra, si es grueso, elige productos hidratantes y evitarás el encrespamiento. Si llevas el cabello teñido, busca productos que mantengan el color y que sean hidratantes.
Pecado 3: abrasarte con el agua
Es muy simple: la temperatura debe ser tibia siempre. Muy caliente abre demasiado los poros y el pelo se reseca. Muy fría, hará que el lavado sea una pesadilla. Puedes acabar el lavado con agua fría para activar el cuero cabelludo.
Pecado 4: frotar de forma compulsiva
Éste el orden adecuado: primero, extiende y reparte el champú por toda la cabeza. A continuación, emulsiona con las yemas de los dedos: un suave masaje, sin frotar, es ideal. Comienza preferiblemente por la parte superior de la cabeza, pasa luego a los laterales, después la coronilla, zonas medias, puntas y acabas en la nuca. Para evitar enredarlo procura no juntar el cabello encima de la cabeza.
Pecado 5: acondicionador o mascarilla en la raíz
Ni se te ocurra si quieres evitar la grasa: los componentes que hidratan el cabello en profundidad generan grasa en la raíz, y más en cabellos propensos: por tanto, úsalos siempre de la mitad hacia las puntas.
Pecado 6: no aclarar lo suficiente
Tómate el tiempo necesario: el jabón que se quede es mal amigo de un cabello sano. Esa sensación de que el cabello ha quedado graso o sucio puede deberse en ocasiones a que no lo hemos enjuagado bien después lavarlo y aplacar los productos. El agua abundante es lo mejor.
Pecado 7: desenredar mal
Lo primero que hay que hacer una vez lavado es retirar el exceso de agua con la toalla. Para desenredar, pasa el peine de púas anchas y empieza siempre por las puntas. A continuación, subiendo en sentido inverso, hacia la raíz. No pares hasta que dejes de notar obstáculos.