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Miryam de la Sierra, hija de los marqueses de Urquijo, 'casa' a su hijo

  • Alejandro Rew es un exitoso empresario

Informalia

Alejandro Rew se ha casado con su novia Rebeca Selma en el municipio de Pastrana, Guadalajara. El empresario es el nieto mayor de los marqueses de Urquijo, asesinados hace 36 años mientras dormían en su domicilio de Somosaguas. Un crimen que conmocionó a la sociedad española de la década de los 80.

Miryam de la Sierra ha vivido uno de los días más felices de su vida. Su hijo Alejandro, fruto de su matrimonio con el norteamericano Dennis Rew, ha dado el "sí, quiero" a su novia, Rebeca Selma, en un marco incomparable: el bellísimo pueblo de Pastrana, en Guadalajara.

Alejandro Rew de la Sierra (29) es un joven empresario que triunfa al mando de la empresa familiar ACN Inc. Estudió Dirección de Marketing en la Universidad Francisco de Vitoria y una de sus grandes pasiones es la música, canta y toca la guitarra e incluso llegó a formar un grupo de rock, 'Five Rock Band'.

Aunque para la mayoría de personas este empresario resulte un completo desconocido, es nieto de los marqueses de Urquijo, cuyo tremendo asesinato supuso un antes y después en el historial criminal de nuestro país por la crueldad con la que se llevó a cabo y por la relevancia de las víctimas. Durante la década de los 80, este suceso inundó decenas de titulares en la prensa y acaparó horas de televisión con amplios reportajes en los que se detallaba lo acontecido aquel 1 de agosto de 1980, cuando María Lourdes de Urquijo y Morenés, y su marido, Manuel de la Sierra y Torres - propietario del Banco Urquijo-, fueron asesinados mientras dormían en su domicilio de Somosaguas.

Las primeras hipótesis señalaron a Rafael Escobedo, ex marido de Myriam, como principal culpable del doble crimen. El marqués de Urquijo nunca se llevó nada bien con Escobedo ni su entorno. Además, su matrimonio con Myriam fue un auténtico fracaso y a los seis meses de casarse se separaron y la empresaria comenzó una relación con el norteamericano Dennis Rew, un romance que avivó aún más el odio de Rafael por toda la familia.

Finalmente, Escobedo fue condenado a 53 años de prisión por el doble asesinato, una pena que no cumplió porque justo cinco años después se suicidó en la cárcel de El Dueso (Cantabria). A pesar de que han pasado más de 30 años de este terrible crimen, a día de hoy se sigue sin saber si el Rafael actuó solo o contó con la ayuda de otras personas.